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David Hernáez Oubiña: "Los Ayuntamientos deben invertir más para mantener las redes de saneamiento"

"Se han hecho inversiones incoherente y parches, de ahí que muchas redes sean deficitarias"

David Hernáez explica la ampliación de la EDAR de Rianxo. // FdV

Como responsable del "Plan de saneamiento local de la ría de Arousa" y jefe del departamento de Obras en el ente público Augas de Galicia, David Hernáez Oubiña tiene mucho que decir en relación con el estado de salud de las aguas arousanas y ríos como el Ulla. Sobre todo ahora que se habla de la posibilidad de verter a la altura de Sálvora residuos procedentes del dragado del Lérez, se abre un frente de batalla en el Concello de O Grove a causa de su Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) y cuando siguen produciéndose vertidos fecales e industriales en diferentes puntos.

-¿En qué situación se encuentra la ría de Arousa desde el punto de vista del saneamiento?

-Es mala. Se ha mejorado muchísimo porque se ha invertido mucho dinero, pero queda más por hacer. Por un lado, hay que conseguir más inversiones, aunque ya se están haciendo buenas planificaciones y, en muchos casos, se están ejecutando obras. En segundo lugar los Ayuntamientos deben actuar e invertir más en materia de mantenimiento. De momento es difícil que la gente entienda que la competencia en esta materia es exclusivamente de los Concellos, como marca la ley.

-¿Por qué pasa esto?

-Es muy difícil de gestionar y nunca se ha pensado en un saneamiento planificado de manera global. Todo el mundo entiende que se puede planificar un ayuntamiento desde el punto de vista urbanístico, pero no se piensa lo mismo en materia de saneamiento. Se han hecho inversiones incoherentes y centradas en poner parches; de ahí, que muchas redes sean deficitarias. En Galicia tenemos, además, el problema añadido de alto nivel de freáticos y de que llueve mucho, por lo que entra demasiada agua en las redes y se complica enormemente la gestión, ya que no se trata de agua de lluvia sin más, sino de un líquido residual que se contamina a medida que avanza sin control hacia nuestras playas, ríos o bancos marisqueros. Para rizar el rizo, en Galicia tenemos unas playas magníficas que tienen que cumplir una serie de condiciones sanitarias y unos bancos marisqueros con una capacidad de producción importantísima, de ahí la importancia de disponer de un buen saneamiento en cada localidad. El problema es que el 99% de los Ayuntamientos, muchos por falta de capacidad técnica y económica, nunca han prestado demasiada atención a este servicio.

-Y a veces se ha hecho mal...

-Así es. Ahora tenemos unos sistemas que ya existen y en muchos casos no sirven, pero ya no se pueden cambiar porque habría que levantar ciudades enteras. De ahí que sea preciso buscar otras soluciones y trabajar en ellas. Esto requiere de estudios muy complejos, porque si no sabes lo que tienes ni conoces la legislación que hay que cumplir, que es muy complicada, es muy difícil estimar el coste.

-¿Y qué hace la Xunta?

-Cuando decidió apostar por este tipo de planes para ayudar a los Ayuntamientos lo primero era analizarlo todo detalladamente para saber exactamente a qué nos enfrentamos, qué cantidad de agua circula por las redes y en qué condiciones para, a partir de ahí, plantear las mejores soluciones técnicas. Por eso construimos estaciones depuradoras y otras infraestructuras. El problema surge cuando se hace una obra, se entrega al Ayuntamiento y este no tiene capacidad para afrontar el mantenimiento, no sabe o no quiere hacerlo.

-¿Por eso la Xunta tuvo que asumir la gestión directa de la EDAR de O Grove?

-Debo decir que algunos Ayuntamientos lo están haciendo bien, pero no es lo habitual. Augas de Galicia trabaja ahora mismo en buscar una fórmula que permita ayudarlos en la gestión del agua, pero es vital que ellos asuman que tienen una responsabilidad que cumplir, y eso es lo que pasa en O Grove.

-¿Qué se puede hacer?

-Hay que analizar caso a caso, porque a veces no se corresponde la cantidad de agua que se consume y se cobra al contribuyente con la que realmente circula por las redes, que puede ser dos o tres veces mayor, o incluso multiplicarse por cinco o seis. Esto supone que si cobras por 25 millones de metros cúbicos y lo que circula son 50, el servicio es deficitario. De ahí la importancia de saber a ciencia cierta qué tenemos y a qué nos enfrentamos en cada red. Hay municipios con una población flotante importante. Esto obliga a hacer obras notables y a repercutir los costes fijos durante todo el año. Hay que ver cómo se traslada el coste total a esa población flotante en lugar de cargarlo directamente sobre los vecinos. Es lo que sucede en O Grove, cuya depuradora está dimensionada para atender el importante crecimiento poblacional que el municipio experimenta cada verano. Lo que ocurre es que durante los diez meses restantes el coste lo asumen exclusivamente los vecinos de esta localidad. Si además nos encontramos con redes llenas de agujeros, en las que entra agua de mar o que presentan otros muchos problemas estructurales por falta de mantenimiento o deficiente planificación, el resultado es que se dañan las líneas de procesado y se genera un problema añadido. Ahora mismo prácticamente todos los núcleos de población importantes de Galicia tienen buenas depuradoras. Pero en ocasiones les entran unos caudales para los que no fueron diseñadas y se crea la sensación de que no funciona, aunque no sea así. Insisto en que hace falta que la gente entienda que es importante que los Ayuntamientos asuman esa responsabilidad, y si tienen un déficit hay que buscarle solución. Se está trabajando duro desde hace años, pero la situación es mejorable.

-¿Qué soluciones?

-Una línea a seguir es mejorar la gobernanza del agua, ya que hay demasiados organismos que intervienen y poca coordinación: Augas de Galicia, Concellos, Diputaciones, Estado? habrá que ver cómo trabajan todos en la misma dirección para actuar tanto en mantenimiento como en gestión de la red, que no es lo mismo. Es muy fácil lanzar mensajes fuera de contexto, pero como diríamos los gallegos, todo tiene un depende, y probablemente todo el mundo tenga una parte de razón. Si un Concello no tiene capacidad a lo mejor hay que cambiar la legislación o ceder competencias. O quizás agruparse en torno a un único organismo, como se hace con Sogama en el caso de la basura y ser solidarios entre ayuntamientos. También hay que estar permanentemente encima de la red de saneamiento y tomar decisiones en tiempo real. Por ejemplo, hay que intentar gestionar la mayor parte posible de aguas pluviales y evitar que entren en la red de saneamiento, pero también gestionarlas para evitar los daños que pueden causar. Asimismo, un buen mantenimiento del saneamiento conlleva evitar que el agua de los ríos o la ría entre en la red, porque esto hace muchísimo daño. E igual de importante es reservar el suelo necesario para gestionar estas infraestructuras. ¿Cuál es el problema?, pues que se necesita muchísima inversión.

-Habla usted de los daños de las pluviales... ¿a qué se refiere?

-Hay que tener cuidado con los vertidos de pluviales, sobre todo en aglomeraciones urbanas próximas a bancos marisqueros. Estamos trabajando intensamente en este sentido, y un ejemplo es Boiro, donde creamos un lago para el tratamiento de aguas pluviales porque vimos que tenían un alto nivel de coliformes y causaban problemas de contaminación en la ría, afectando a los bancos marisqueros de la playa de Barraña. A veces se hace una gestión magnífica de las fecales y nos olvidamos de las pluviales, a pesar de que estas pueden causar enormes trastornos. Está todo muy estudiado y los resultados dejan claro que las pluviales deben someterse a tratamientos para evitar que acaben directamente en esas playas y bancos marisqueros.

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