Los últimos días resultaron de lo más productivo en cuanto a la observación de mamíferos marinos. Gracias a las buenas temperaturas los delfines se mostraron especialmente activos en el interior de rías como la de Arousa. Pero es que, además, la primera expedición de la temporada sobre la plataforma continental en busca de los grandes cetáceos permitió comprobar que los cachalotes se alimentan de nuevo en las Rías Baixas.

Así lo confirma Bruno Díaz, el director del Instituto para el Estudio de los Delfines Mulares (BDRI), con base en O Grove. "En nuestra primera salida a aguas externas de las rías tuvimos multitud de avistamientos de delfines comunes y listados, marsopas y muchas aves marinas, pero también localizamos un cachalote", destaca.

Una de las conclusiones que pueden extraerse de estos avistamientos es que, como ya se explicó en otras ocasiones, los delfines mulares gallegos resultan más acróbatas que los del Mediterráneo. En primavera y verano estos grandes mamíferos marinos no dejan de divertirse nadando junto a las embarcaciones o dando espectaculares saltos fuera del agua.

En los últimos días se ha registrado nuevamente un gran bullicio en la ría de Arousa, lo cual ha permitido a investigadores y ciudadanos en general disfrutar "en primera fila" del espectáculo que ofrecen estos portentosos animales.

En ello abundan desde el BDRI, que gracias a la abundancia de delfines y sus saltos ha podido dar pasos importantes en los últimos días en sus proyectos de estudio y/o fotoidentificación de los populares arroaces.

Junto a los investigadores del BDRI pudieron disfrutar de la cercana presencia de los delfines tanto los pescadores como numerosos ciudadanos que pudieron observarlos desde tierra firme, ya que nadaron y saltaron muy cerca de la orilla, especialmente en la ensenada de A Toxa, como también en aguas de A Illa, Cambados y Vilagarcía.

El seguimiento efectuado por el BDRI incluso permitió localizar crías de delfín nacidas durante los dos últimos veranos en Arousa, alguna de ellas dando sus primeros saltos fuera del agua.

Cabe abundar en que los ejemplares adultos se elevan varios metros sobre el nivel del mar por diversas razones, "que van desde la emoción hasta la socialización, la alimentación o para tener una mirada más clara sobre el nivel del mar", explican en el BDRI.

El clima anticiclónico, como sucedió en días pasados, siempre ayuda a entender mejor a los delfines y a trabajar en su fotoidentificación, aprovechando además lo mucho que les gusta, sobre todo a los mulares, eso de divertirse y socializar.