El mar de Arousa, su gastronomía y sus gentes han logrado conquistar el corazón de Juan Carlos I, el rey Emérito de España que, en los últimos tiempos, se deja caer con relativa asiduidad por esta zona.
Así ocurrió en la noche del pasado viernes, cuando Juan Carlos I se acercó hasta la bodega vilanovesa de Granbazán escoltado por alcaldes, representantes de la Mancomunidade y hasta un delegado provincial de la Xunta como es José Manuel Cores Tourís. También participó en la recepción el conselleiro de Educación, Román Rodríguez.
El Rey Emérito puso conocer los renovados salones de la bodega vilanovesa y departir sobre los atractivos de la comarca tanto con su propietario, Pedro Martínez como con la gran cantidad de políticos de O Salnés que se acercaron hasta allí.
Uno de ellos fue el presidente de la Mancomunidade, Gonzalo Durán, que al término del encuentro con el Rey Emérito reconocía que su presencia en Vilanova "es un espaldarazo a la promoción turística de este municipio, y por extensión, de la comarca de O Salnés, dando a conocer nuestros vinos y nuestro rural, algo que es una satisfacción para nosotros".
Durán reconoció que Juan Carlos I se mostró encantado "con el microclima que tenemos en esta comarca y valoró de forma muy positiva el potencial turístico".
En ese sentido se encuentra la invitación que le realizaron desde Vilanova a Juan Carlos I durante la visita a la bodega Granbazán. Esa invitación pasa por visitar Vilanova y realizar un pequeño recorrido por la Variante Espiritual que lleva hasta Santiago de Compostela, en especial, por el tramo marítimo, que coincide con la ruta que, cuenta ala leyenda, hizo el Apóstol Santiago en su día.
"Nos emociona mucho su presencia en Vilanova, por eso, además de invitarle a regresar, nos gustaría que nuestro mejor embajador, tanto de este Concello como de toda la comarca de O Salnés", explicaba ayer el edil vilanovés Javier Tourís en la que calificó como "la primera visita que un Rey realiza a este Concello".
