El uso del matadero de Renza (Vilagarcía) ha comenzado a generar beneficios en las cuentas de la comunidad de montes de Sobrán, propietaria de los terrenos. Así, desde el mes de enero, Ramiro Martínez S.L., "Montiño", ingresa la cuota de alquiler a los comuneros, en lugar de a la Mancomunidade Voluntaria de Municipios de Arousa, entidad que se encuentra en proceso de disolución desde hace años.
Aunque la comunidad de montes es la dueña de la parcela sobre la que se construyó y funciona el matadero, por el momento la Mancomunidad (que nació integrada por los concellos de Vilagarcía, Vilanova, Meis, O Grove, Ribadumia, Meaño y Catoira) solamente ha cedido las instalaciones a los comuneros. No será hasta 2020 cuando la entidad se haga plena propietaria de la finca.
El acuerdo firmado entre la Mancomunidad y Montiño recoge que la empresa concesionaria seguirá pagando el mismo canon que venía abonando hasta ahora. Para ella lo único que cambia es el destinatario del dinero.
La empresa cárnica tiene garantizado el uso del matadero durante todo el presente ejercicio, pero a partir de 2020 tendrá que negociar con los comuneros para seguir utilizando las instalaciones.
La disolución de la Mancomunidade Voluntaria de Municipios de Arousa es un asunto que lleva coleando desde que en septiembre de 2013 el Concello de Vilagarcía lo llevase a pleno. Esa entidad supramunicipal se constituyó en su día para gestionar el matadero de Renza que explota Montiño desde 1989. La concesión expiró el 17 de septiembre de 2013 sin la posibilidad legal de otorgar nuevas prórrogas, por lo que desde entonces el funcionamiento se estaba desarrollando en precario.
Los terrenos donde se levantó el matadero son de propiedad de la comunidad de montes de Sobrán. Todas las partes implicadas están de acuerdo en que Montiño siga ocupando la parcela para sacrificar animales, de hecho a día de hoy el matadero sigue funcionando. Pero para acabar con esta situación en precario (la concesión caducó hace cinco años) era necesario firmar un acuerdo.
En un principio parecía que había consenso pero la firma cárnica presentó alegaciones. Después de un tiempo esas diferencias se han resuelto y ahora parece que sí existe un principio de acuerdo que ha permitido llegar a buen puerto.
Además del actual gobierno de Alberto Varela, su predecesor en el cargo también ha tenido que lidiar con este asunto. De hecho en el mandato de Tomás Fole se llegó a hablar de subastar el matadero por 282.000 euros, pero hubo que frenar la operación porque los comuneros presentaron documentación que acreditaba la propiedad de los terrenos y el monte comunal es indivisible e inalienable, por tanto no se puede vender. En el caso de que la puja continuase adelante, los comuneros ya anunciaron que emprenderían medidas judiciales.
Ramiro Martínez S.L. (Montiño) fue la empresa adjudicataria del matadero de Renza desde el 8 de marzo de 1989. El contrato fue prorrogado posteriormente hasta el 17 de septiembre de 2003 y finalmente ampliado de nuevo hasta septiembre de 2013.
La concesionaria pagó a la mancomunidad hasta 2003 un canon anual de 1.600.000 pesetas -unos 9.600 euros-. A partir del 17 de septiembre de 2003, y durante diez años, esta cantidad se fue actualizando conforme al Índice de Precios de Consumo (IPC). Como contraprestación a la ampliación del plazo de concesión, la empresa invirtió 44.993.536 de las antiguas pesetas (19,9 millones procedentes de subvención), es decir, 270.000 euros, con el fin de renovar las instalaciones, especialmente en lo que a equipamiento tecnológico y sanitario se refiere. Actualmente Montiño paga un alquiler que ronda los 10.000 euros.
