Más de medio centenar de trabajadores de la planta de A Coruña de Alcoa se concentraron ayer ante la Autoridad Portuaria de Vilagarcía para protestar por la entrada masiva en España de aluminio primario extranjero, mientras ellos están parados y con la amenaza del cierre de la actividad pendiendo sobre sus cabezas.

Vilagarcía es, junto a Vigo y Marín, uno de los principales puertos gallegos de entrada para el aluminio primario que se produce en países como Arabia Saudí, Rusia o Mozambique. Y la propia Alcoa está comprando gran cantidad de ese mineral, mientras mantiene cerrada la factoría de A Coruña al entender que la producción ya no es rentable.

Pero los trabajadores de la factoría quieren que las administraciones públicas reaccionen, y que eviten la entrada masiva de aluminio. "Solo por el puerto de Vigo entran unas 150.000 toneladas, que es lo mismo que se produce en Avilés", manifestó el presidente del comité de empresa de Alcoa, Juan Carlos López. Según sus cifras, los barcos mercantes descargan en los puertos gallegos unas 300.000 toneladas, lo que equivaldría, "a la producción de aluminio primario en España durante un año".

Los trabajadores de la multinacional consideran que están siendo víctimas de una competencia desleal feroz, ya que las exigencias medioambientales, energéticas y laborales en países como Arabia Saudí, Mozambique o Rusia no tienen nada que ver con las que se aplican en España al dictado de la Unión Europea. "Podemos demostrar que somos competitivos, pero si empleamos todos las mismas armas", añade López.

Así, aumentar las exigencias a las importaciones de aluminio podría ser uno de los asuntos que se pongan sobre la mesa en la reunión que el martes se celebrará en el Ministerio de Industria, y a la que asistirá una representación de los trabajadores. En el acto de ayer, la plantilla contó con el respaldo de representantes de sindicatos y formaciones políticas de izquierdas de la capital arousana, como Xoán Xosé "Tupi" Bouzas, o Jesús López. La movilización se centró frente a la sede la Autoridad Portuaria, y los trabajadores hicieron sonar detonaciones y encendieron bengalas para llamar la atención sobre su ya larga lucha laboral. Hora y media antes, la movilización se había desarrollado frente a la sede del Puerto de Vigo, donde fueron recibidos por el presidente del mismo, Enrique López Veiga.

Avisos a la ministra

Los trabajadores se colocaron tras una pancarta que rezaba, "peche non, Enerxía solución", y entonaron lemas como "fóra de aquí o aluminio saudí", "que volva Inespal, aluminio nacional", o "fóra de aquí, pandilla de mangantes". También se escucharon consignas hacia la ministra de Industria, Reyes Maroto, interlocutora del Gobierno con Alcoa. Así, los trabajadores de A Coruña corearon en varias ocasiones que "si no hay solución, Maroto dimisión".

El presidente del comité de empresa manifestó en declaraciones a los medios que están sufriendo "competencia desleal", y que las autoridades españolas y europeas, "tienen que regular la entrada del metal" de terceros países. Juan Carlos López quiso mostrarse optimista ante la reunión que se celebrará la próxima semana en Madrid. Considera que es buen primer paso que los trabajadores participen en el encuentro, "para sacar adelante el mejor proyecto industrial posible", y que "temos todas las posibilidades para seguir produciendo y para trabajar con tranquilidad y dignidad". El conflicto de Alcoa se ha convertido en una de las principales crisis del Gobierno de Pedro Sánchez, puesto que afecta de lleno a Galicia y Asturias. Una situación que amén de afectar a cientos de familias, que ven en peligro su sustento, ha puesto sobre la mesa el debate sobre los precios de la energía en España.