El Concello de Cambados y una decena de bodegas -iban a ser más, pero algunas no pudieron acudir porque agotaron existencias- desplegaron ayer la "I Festa do Albariño do Inverno", que incluía las "VII Xornadas de Viños Espumosos".
Era una oportunidad más para promocionar tanto al afamado blanco de la Denominación de Origen Rías Baixas como al burbujeante producto que tratan de potenciar sus firmas vitivinícolas, una veintena de empresas que estas Navidades lanzan al mercado unas 150.000 botellas; alrededor de 90.000 litros.
El formato aplicado en la cita promocional de ayer en el Salón de Exposiciones José Peña seguía los pasos de la Festa do Albariño original -la de verano-, de ahí que además de la degustación de vinos se sumaran exhibiciones gastronómicas, actuaciones musicales, una demostración de degüelle y otras propuestas con las que demostrar que "también en invierno podemos sacar el máximo partido al albariño y los espumosos", muy especialmente en las fiestas navideñas.
De este modo se hacía constar que ese producto que trata de seguir los pasos del cava y el champán goza de "una altísima calidad", como también se dejaba patente "el trabajo increíble que están haciendo las bodegas, ya que la de los espumosos es una producción costosa".
Así lo destacaba José Ramón Abal, el concejal de Enoturismo, convencido de que estos vinos tienen "un futuro prometedor" y que "Cambados no solo es la capital del albariño, sino que también lo es de los espumosos y el enoturismo".
