Las detenciones de Ramiro Feijoo y Camilo Outón han causado mucha sorpresa en Ribadumia, pues no se les consideraba con capacidad suficiente para formar parte de una organización capaz de mover un alijo transoceánico de 20 millones de euros en cocaína.

De Outón se sabe poco, a pesar de que lleva bastante tiempo viviendo en una casa de alquiler situada cerca del punto limpio de Leiro. No es natural de Ribadumia, tiene entre 50 y 60 años, está casado y tiene dos hijos. Se dedica a la recogida y venta de chatarra, y también tiene una furgoneta con la que hace algunos portes por encargo.

Ramiro Feijoo es más conocido en el vecindario. Su padre era de Baión (Vilanova), pero se estableció en Leiro, en la vivienda donde ahora ha sido arrestado su hijo. El padre era cantero y escultor de obras en piedra, pero su hijo Ramiro no continuó con el oficio.

Vecinos de Ribadumia explican que el ahora detenido nunca tuvo un empleo estable. Así, por ejemplo, fue representante de una empresa de O Porriño de hormigones pulidos, trabajó como camionero, y hace poco más de un año tuvo un empleo temporal como barrendero en el Concello de Ribadumia.

Tiene unos 45 años, está casado y tiene dos hijos. Quienes le conocen afirman que vivía de forma modesta -su mujer trabaja en la hostelería- y que jamás se le vio ostentación. De hecho, conducía un Mercedes antiguo que ya había sido de su padre. No era una persona ajena a la vida social, y de hecho en las pasadas elecciones municipales fue en la lista de Independientes por Ribadumia, que hoy gobiernan el municipio en un tripartito. Ramiro Feijoo iba en los últimos puestos de la candidatura.

Su vivienda, ubicada en la recta de Leiro, no responde tampoco al prototipo de inmueble de quienes se arriesgan a hacer fortuna con el tráfico de drogas. Lo que se preguntan en Ribadumia es quién pudo introducir a Feijoo en las tramas de narcotráfico a esos niveles de poder de actuación.

Esta operación podría considerarse como la principal de cuantas se han llevado a cabo en la segunda mitad de este año con ramificaciones en O Salnés.

Hasta junio, se produjeron casi una decena de operaciones contra el narcotráfico en la comarca arousana, una cifra que no extrañó en absoluto a los expertos. Estos señalan que se está produciendo una sobreproducción de droga a nivel mundial, y que esto tiene la consecuencia directa de que al haber más mercancía a disposición de los clanes, entra más en Europa.

El año se desperezó con la "Mito", una operación en la que volvió a caer uno de los grandes iconos del narcotráfico gallego del siglo XX, José Ramón Prado Bugallo, "Sito Miñanco".

Pero a medida que avanzaba el ejercicio fueron sucediéndose más operativos. Una lectura de los mismos es que estaba creciendo el tráfico de heroína y la implantación en Arousa de las mafias de Europa del Este.

Algunas de las redadas que se llevaron a cabo durante los pasados meses en O Salnés fueron la "Yunque", dirigida contra el conocido como "clan Salamanca", que presuntamente enviaba droga a Mallorca oculta en coches. También se desarticuló una red búlgara, y se encontraron 32 kilos de heroína en una chalé de Vilagarcía.