Una dotación de jinetes de la Guardia Civil, con sus correspondientes monturas, se integraron ayer en el dispositivo de seguridad que despliegan habitualmente los Puestos de O Grove y Sanxenxo en torno a la playa de A Lanzada, una de las más concurridas de Galicia. El objetivo era el de reforzar las patrullas de Seguridad Ciudadana y del Seprona, "en un paraje natural que reúne durante el verano una importante afluencia de turistas".

Una de las primeras actuaciones de este Escuadrón de Caballería consistió en la custodia de un vehículo que encontraron aparcado abierto, y con todo el equipaje abierto. Así, dos jinetes quedaron en la zona custodiando el automóvil para evitar robos hasta que llegó al punto el propietario.

El equipo salió del entorno de la capilla y las ruinas de A Lanzada, en el término municipal de Sanxenxo, y recorrió las zonas de paso hacia el extenso arenal. Fueron muchas las personas que se acercaron a los agentes con la intención de acariciar a los animales. "El auxilio y la atención al ciudadano, la prevención de robos en el interior de vehículos y el cuidado y la protección de la naturaleza, son las principales misiones que realiza la Guardia Civil durante la época estival en este entorno natural, que constituye uno de los ecosistemas dunares más representativos del litoral gallego, integrado en la Red Natura 2000", añade el Instituto Armado.

El Escuadrón de Caballería de la Guardia Civil es conocido sobre todo por su trabajo en la prevención de los incendios forestales, así como por su presencia en los Caminos de Santiago -en la provincia de Pontevedra destaca el Camino Portugués por afluencia de peregrinos, pero hay más-, dando asistencia a los caminantes.

En lo que respecta al tráfico en el entorno de A Lanzada, la de ayer fue una jornada una vez más complicada tanto a primera hora de la tarde como a última. Los testigos apuntan que si bien se circuló con cierta fluidez hasta las ocho de la tarde, a partir de ese momento volvieron a formarse caravanas en dirección a Pontevedra. La sociedad grovense volvió a demandar este verano la autovía.