En Vilagarcía el parque móvil aumentó "de forma muy numerosa" en los últimos años y en verano "se duplica" debido a la importante afluencia de visitantes. Así justifica el alcalde de la ciudad, Alberto Varela, los continuos atascos que se están registrando día tras día en la ciudad, sobre todo en la avenida Rosalía de Castro, el principal acceso norte al municipio. Además de instalar un semáforo de demanda peatonal en el paso de cebra que une el parque Miguel Hernández con la playa de A Concha para descongestionar la saturada rotonda de O Ramal, el Concello pretende aplicar más medidas encaminadas a mejorar la circulación. Una de ellas es instalar paneles digitales en puntos clave para informar a los conductores de las carreteras que están colapsadas y de los viales alternativos que pueden tomar. "Se hace en las grandes ciudades. ¿Por qué no podemos hacerlo aquí? Debemos utilizar lo que nos permiten las nuevas tecnologías", se pregunta el alcalde, Alberto Varela. Para ello recurrirá a fondos europeos.
El primer edil señala que una vez que pasen las fiestas de San Roque se dará a conocer el plan de reordenación del tráfico en el que está trabajando la Policía Local, puesto que la peatonalización completa de la Praza de Galicia, ubicada en el corazón de Vilagarcía, ha dejado el centro urbano dividido en dos partes (hablando en términos de circulación). Ejemplo de ello es que para ir de la zona de San Roque a la plaza de abastos los coches deben desplazarse hasta la glorieta de O Ramal, por lo que tanto esta transitada rotonda como la avenida Juan Carlos I han experimentado un aumento del tráfico.
El primer edil se muestra prudente al insistir en que "no se pueden llevar a cabo actuaciones aisladas", sino que debe ponerse en marcha una reordenación de la circulación pensada para todo el año.
En cuanto a las retenciones de la temporada estival, Varela recuerda que no solo afectan a Vilagarcía, sino que también otros municipios de la comarca como A Illa, Vilanova y O Grove también están soportando atascos importantes en los accesos a sus playas.
El principal "punto negro" en estas semanas en lo que a Vilagarcía se refiere es Rosalía de Castro, la entrada por Carril. Es una carretera de titularidad autonómica en la que se suceden varios semáforos. Entre la Praza da Liberdade y la rotonda de O Ramal hay unos dos kilómetros, y en momentos de caravana un coche puede tardar veinte minutos o incluso media hora en recorrer esta distancia.
La principal vía alternativa es la Circunvalación Norte, pero pese a llevar abierta nueve años, se utiliza muy poco. De hecho registra una media diaria de unos 5.000 vehículos, la mitad que Rosalía de Castro. En la entrada en Carril está bien señalizada, pero no ocurre lo mismo en el centro de Vilagarcía, donde para un turista resulta misión imposible encontrar el acceso al Vial Norte, en O Pousadoiro.
