Los semáforos de A Pantrigueira y de Noalla (Sanxenxo) son los principales obstáculos causantes de los colapsos en la red viaria de playas de O Salnés.

Esta misma semana, el alcalde de O Grove José Antonio Cacabelos clamaba por la instalación de una señal luminosa que activan los peatones que quieren cruzar la calzada y consiguen preferencia inmediata sin dar tiempo a aligerar el paso de vehículos.

Se forman así enormes colas de coches y retenciones casi insalvables que a juicio del regidor desaniman a las personas que quieren disfrutar de O Grove.

En A Illa ocurre otro tanto de lo mismo. El problema se encuentra en A Pantrigueira donde se instaló un semáforo para regular los flujos de vehículos, muy útil con el tráfico ordinario pero que se convierte en una pesadilla en días como el de ayer cuando miles de coches invaden literalmente las playas de A Illa y Vilanova de Arousa.

Existen informes policiales que recomiendan que durante los fines de semana de verano el citado semáforo solo mantenga las luces intermitentes con el fin de favorecer la entrada y salida de los coches de los bañistas.

La solución debería ser negociada entre los alcaldes de las dos localidades pero el acuerdo parece lejano, no en vano A Illa está gobernada por el socialista Carlos Iglesias y Vilanova por el popular Gonzalo Durán y los que sufren el atasco ni siquiera les votan.