La empresa que durante los últimos años se ha encargado de la Oficina Municipal de Rehabilitación Urbana de Vilagarcía que gestiona las ARI (Áreas de Rehabilitación Integral) ha cesado su actividad en Fexdega por vencimiento del contrato (con fecha 30 de junio). El Concello asegura que volverá a contratar el servicio "tan pronto como la Xunta vuelva a firmar el convenio con el Estado y por lo tanto convoque esas ayudas". Pero mientras tanto, qué ocurrirá con la gestión de las subvenciones para la restauración de edificios de los tres cascos históricos del municipio (Carril, Vilaxoán y Vilagarcía) es toda una incógnita.
Ravella abrió el pasado mes de enero el plazo para que los propietarios de viviendas en estos enclaves solicitasen las ayudas, enmarcadas en un convenio a tres bandas entre el Ayuntamiento, la Consellería de Infraestruturas e Vivenda y el Ministerio de Fomento por importe de 357.000 euros. El plazo se cerró el 16 de marzo y desde el Concello todavía no han dado a conocer el balance de los proyectos presentados. Los 357.203 euros disponibles este ejercicio 2018 se repartían a partes iguales entre las tres ARI, por tanto cada una de ellas habría contado con un máximo de 119.067 euros. Las subvenciones se destinan a cualquier tipo de obra de rehabilitación, reforma y acondicionamiento de un piso, edificio o casa unifamiliar. Según el convenio, la previsión era financiar un total de 18 proyectos (seis para cada casco viejo).
Según el acta de una reciente junta de gobierno local, se ha acordado comunicar a la empresa Lumieira e Rehabilitación Urbana S.L. "que deje libre las instalaciones que viene ocupando en el recinto de Fexdega" y que "entregue al Concello los expedientes en papel y soporte informático tramitados hasta el día 30 de junio de 2018, especificando los trámites pendientes de realizar hasta el 31 de diciembre de 2018, por ser esta la fecha de finalización del convenio entre el Ministerio de Fomento, IGVS y Concello".
Desde Ravella esperan firmar un nuevo convenio con las administraciones autonómica y estatal para poder continuar con el servicio, aunque no podrá retomarse hasta 2019, pues por el acuerdo por el que se rigen las ayudas de este año aún expira el 31 de diciembre.
Los trabajadores de la Oficina de Rehabilitación Urbana no solo se encargaban de gestionar las ayudas para la restauración privada de viviendas, sino que también elaboraban proyectos de obra pública para el Ayuntamiento, como por ejemplo la reforma del entorno de Matosinhos o la construcción de la guardería municipal de Vilaxoán.
