Ahora que la Corporación municipal de O Grove vuelve a estar unida en defensa de la ampliación del dique de abrigo de Porto Meloxo, tal y como se acordó en el pleno del jueves, lo que más preocupa es la alegación presentada por la cofradía de pescadores en defensa de los bancos marisqueros de la ensenada, pues argumenta que las obras pueden modificar el régimen de corrientes y acabar con la producción de bivalvos tanto en la playa de Meloxo como en las de Lobaxeira y Moreiras.

Pero tanto los representantes políticos como los bateeiros insisten en que "hay numerosos informes que aseguran que la ampliación del dique no va a causar daños en los bancos marisqueros". Y se aferran a ello, tratando de convencer y "tranquilizar" al pósito.

De todos modos, y a pesar de la tranquilidad que puedan deparar tales informes, ya se explicó ayer que frente a la alegación o preocupación del cabildo la moción aprobada por el pleno de la Corporación que pide a la Xunta la ejecución del nuevo espigón también reclama "que se garantice la sostenibilidad de la zona marisquera de Meloxo".

Compensaciones

En este sentido, el alcalde meco, José Cacabelos Rico, detalla que "la Consellería do Mar tiene informes, mecanismos y técnicos suficientes para garantizar la sostenibilidad de ese banco marisquero e incluso para establecer compensaciones para el colectivo de marisqueo a pie en caso de que la obra del muelle genere problemas".

Además los mejilloneros insisten en que hay diversos estudios e informes "en los que se asegura que el impacto de la construcción del nuevo dique sobre la playa sería menor o nulo".

"Ni siquiera había playa"

Incluso hay algunos productores que recuerdan que "antiguamente ni siquiera había playa en Meloxo; se formó a raíz de que se hizo el espigón y se fue aportando arena en la zona", hasta lograr el que hoy en día sea "un pulmón para el marisqueo", en palabras de la propia cofradía.

Sea como fuere, sobre la mesa, o quizás guardados en algún cajón, tienen que estar informes como el "Documento de consultas ambientales" elaborado en febrero de 2013 para impulsar el proyecto denominado "Ampliación del dique de abrigo del puerto de Meloxo".

Aquel informe llegó al Concello, y más concretamente a manos de quien era su alcalde, Miguel Pérez, que lo definía como "la mejor prueba de que estamos trabajando para conseguir esta importante mejora y sacar la obra a contratación este mismo año".

La solución "más adecuada"

Tal documento describía las obras previstas indicando que después de estudiar las diferentes alternativas, y teniendo en cuenta el oleaje y las corrientes de la zona, se había considerado que la opción de ampliar el dique en 70 metros era "la más adecuada tanto económicamente como desde el punto de vista de la dinámica interior, pensando en la futura reordenación del puerto".

Como se aclaró entonces, aquella propuesta contemplaba la ampliación a partir del morro actual del puerto aplicando un ángulo de 21 grados hacia el interior de la dársena.

Y para ejecutar las obras sin afectar a los bancos marisqueros, que es lo que preocupa a la cofradía, se anunciaba la instalación de barreras antiturbidez para evitar la disgregación de partículas y causar el menor impacto posible en el entorno.

El objetivo de esas barreras no es otro que flanquear la zona de trabajo en la que exista mayor riesgo de alteración de las aguas para evitar la dispersión de los materiales movilizados.

En cualquier caso, y en ello insisten una y otra vez los bateeiros para reclamar nuevamente esta mejora, los informes elaborados por la Xunta consideran que el riesgo de afectación es bajo y que no existe una amenaza para los recursos marisqueros o medioambientales.

Portos llegó a decir que con este proyecto "no se prevé más contaminación que la procedente de la fase de obra, por la maquinaria, el hormigón y similares".

Tanto es así que en el "Documento de consultas ambientales" elaborado para el proyecto "Ampliación del dique de abrigo del puerto de Meloxo" se llegaba a la conclusión de que con la obra "no se van a producir interferencias de carácter negativo sobre los modos de vida u otros componentes del medio socioeconómico".

Incluso se apuntaba que "podría hablarse de un impacto positivo que revaloriza el puerto de cara a la actividad mejillonera y al turismo, al aumentar el número de plazas de atraque".

El aval del Intecmar

En relación con todo esto, y volviendo a la moción aprobada el jueves por unanimidad del pleno para solicitar a la Xunta la ampliación del dique de abrigo de Porto Meloxo, cabe decir que en la misma se hace constar que Portos de Galicia realizó en su momento "un estudio previo sobre el clima marítimo y la propagación del oleaje" en el entorno del muelle y la ensenada de Moreiras "que sirvió de base para justificar la solución adoptada con el dimensionamiento" del puerto.

Por si fuera poco, "para corroborar la información obtenida en el primer estudio" se llevó a cabo otro por parte del Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) "en el que nuevamente se da cuenta de la viabilidad del proyecto y la no afectación de las zonas de marisqueo", reza la moción.

En la misma, dejando a un lado esos informes favorables y el hecho de que se trate de "un proyecto muy demandado durante años por los bateeiros de O Grove, que necesitan tener a salvo sus herramientas de trabajo", también se saca a relucir otro argumento tanto o más positivo, como es que ampliar el muelle de Porto Meloxo permitirá mejorar el de O Corgo.

En este sentido, uno de los argumentos barajados en la iniciativa plenaria es que tras el dimensionamiento portuario propuesto sería posible que "muchos barcos" que actualmente amarran en O Corgo "se pudieran desviar al de Porto Meloxo".

Esto, consideran los bateeiros y los munícipes, facilitaría "la tan ansiada reordenación del puerto principal y su correspondiente dragado, siendo esto algo necesario y demandado por la cofradía de pescadores".