El tren procedente de A Coruña con destino Vigo-Urzáiz llegó averiado a las cuatro de la tarde a Vilagarcía y no pudo continuar, por lo que sus más de cien pasajeros tuvieron que bajar en esta estación y esperar el siguiente convoy que tardó más de una hora.

Renfe no logró ofrecer otra alternativa, al no contar con autobuses disponibles para que los pasajeros pudieran seguir su camino por carretera. A las cinco y cuarto de la tarde partía otro convoy con los pasajeros en tránsito. Las quejas no dejaron sucederse porque el siguiente transporte, además de ser más lento por parar en todas las estaciones, acababa en Vigo-Guixar.