Una veintena de niños de entre 10 y 14 años procedentes de los campamentos de refugiados de Tinduf, en el Sahara, regresarán a sus hogares entre el 5 y 6 de septiembre después de un verano inolvidable en la comarca de O Salnés. Han vivido durante dos meses con familias de acogida que les han proporcionado un trato exquisito. Tanto que muchos no tienen demasiadas ganas de poner fin a sus vacaciones en Galicia para volver a casa. Es el caso de Salama, todo un "veterano" del programa "Vacacións en Paz" , en el que lleva participando cuatro años.

Él fue uno de los niños que ayer se animó a decir unas palabras en el Salón Nobre del Concello de Vilagarcía, donde la teniente de alcalde, Tania García, y la concejala de Hacienda, Luz Abalo, despidieron a los menores, a los que obsequiaron con mochilas y material escolar para la vuelta al cole.

"Mi familia es muy buena y siempre me llevan a las fiestas, siempre estamos por ahí", agradeció Salama, quien no se olvidó de recordar que además de su familia de acogida (residente en Vilanova), también deja en O Salnés "varias novias".

Umlajut, de 14 años y más tímida, reconoció que también pasó "muy buen verano" y que no le apetece regresar al Sahara. Ella es celíaca, por lo que la supervivencia en el campamento de refugiados se hace todavía más difícil. Por ello su familia vilanovesa le proporciona todos los alimentos posibles para llevarlos consigo a África.

Por su parte, la portavoz del gobierno vilagarciano, Tania García, disculpó la ausencia del alcalde, ya que una manifestación en defensa de la sanidad arousana el impidió despedir a los niños saharauis -los recibió cuando llegaron- que este verano han vivido en casas de Vilagarcía, Vilanova, Cambados, O Grove, Meaño, Sanxenxo y Ribadumia. Este último concello se incorporó este año al programa "Vacacións en Paz" mediante el cual ONG Solidariedade co Pobo Saharaui trae a los niños a Galicia durante la época estival.