Entre los vecinos y comerciantes del tramo de la calle Castelao comprendido entre las intersecciones con Luis A. Mestre y Luis Casais, que es donde va a ejecutarse la peatonalización, los hay indignados con el Concello por querer afrontar la humanización en plena Festa do Marisco, resignados "porque las obras son necesaria y los perjuicios, inevitables", y también dispuestos a asumir las dificultades "porque no se puede perder una subvención tan importante".

En lo que coinciden unos y otros es en que "es preciso conseguir zonas de estacionamiento; se necesitan aparcamientos cada verano, y más en uno tan repleto de gente como el actual, pero mucho más que los vamos a necesitar si se cierra la Castelao", declaran.

Uno de los establecimientos más emblemáticos de O Grove y de la popular calle "catorse" es el hotel-cafetería Isolino. Su máximo exponente, Isolino Álvarez, incide en ello diciendo que "lo más preocupante es el tema de los aparcamientos".

A su juicio "la peatonalización, dejando el paso a carga y descarga, no debe preocupar, sino todo lo contrario, pues esta calle necesita un revulsivo".

Pero la carencia de zonas de estacionamiento "clama al cielo". Prueba de ello es que "este verano está siendo caótico, y puede ser peor con la calle patas arriba en la Festa do Marisco". Lo que hay que conseguir, declara Isolino Álvarez, es "un pueblo en el que la gente no se cabree buscando donde dejar el coche".

Esto lo lleva a sentenciar que "peatonalización si, pero es fundamental disponer de zonas de aparcamiento porque la gente anda loca dando vueltas y se cabrea; esto no es bueno, porque si vas a un pueblo turístico para desconectar y relajarte pero te vas cabreado quizás no vuelvas". Lo que quiere decir es que "tenemos un serio problema que debemos solventar, y ante las obras en la Castelao lo mejor es conseguir primero los aparcamientos y después ejecutar los trabajos".

Sea como fuere, y aunque hacer coincidir las obras con la Festa do Marisco "es un problema añadido", este empresario es consciente de que "si hay que justificar el dinero de la subvención antes del 30 de noviembre habrá que afrontar los trabajos, ya que perderlo sería muy triste para el pueblo".

Algo parecido opinan en A Óptica de Ana, donde creen que "hay que valorar los beneficios de la subvención y los contratiempos que pueda causar, pero es importante no desaprovechar el dinero y ya se verán las complicaciones que pueda traer".