Este sábado se subirá al escenario de la Sala Tuno Valdés para dirigir como batuta invitada el Concerto do Cocido con el que la Banda de Lalín inicia las celebraciones de su 75 aniversario. David Fiuza Souto es un producto de la "factoría" de Marcel Van Bree, que triunfa ahora en tierras levantinas.
-¿Cuánto le debe de lo que es en la música a su paso por el Conservatorio de Música de Lalín?
-Yo empecé a estudiar música en la escuela de la Artística de Merza y rápidamente, dos años después, mi profesor de solfeo en Merza me dijo que tenía que ir al Conservatorio de Lalín para aprender, y a partir de ahí empezó mi relación con la Banda de Lalín. Colaboré con ellos bastante en grabaciones y en conciertos interesantes.
-¿La llegada de Marcel Van Bree cambió su futuro como músico?
-Sin duda, para mi Marcel Van Bree a día de hoy todavía es mi profesor referencia. Tuve la suerte de que me dio clase de clarinete e inmediatamente de dirección también. Es una de la personas que más significan para mi en la profesión. Fue curioso porque el primer curso de dirección lo hice con él porque medio me obligó aquel profesor de solfeo del que te hablaba antes, que me apuntó en el curso de dirección que organizaban los dos, así que fui casi obligado. A partir de ahí, la verdad es que me encantó porque la figura de Marcel me dejó bastante impactado, y desde entonces dejé la batuta.
-Quizás por todo eso, el concierto de este sábado en Lalín es para usted muy especial, ¿no?
-Efectivamente. Ante todo es un privilegio poder formar parte activa de una fecha tan importante como son los 75 años de vida de una banda tan importante. Eso ya de por sí me hace mucha ilusión.
-¿Es muy distinto dirigir una banda valenciana de otra gallega?
-Hay cosas que son totalmente similares y otras que son absolutamente contrarias porque se trata de culturas musicales totalmente diferentes. La idiosincrasia de la gente, el funcionamientos social, es muy distinto. Al final, los objetivos siempre son los mismos, que son formar gente joven, hacer música juntos, y en eso consiste el trabajo de dirigir una banda de música amateur.
-De todas las bandas que dirigió hasta ahora, ¿cuál fue la que más le llenó como director?
-De titular sólo estuve en dos, la de Meaño, donde estuve siete años, y ahora en Buñol. El resto fue como invitado. No te puedo decir cuál fue la que más me impactó porque lo maravilloso de esta profesión es notar que cada banda es un instrumento totalmente diferente. La riqueza está en llegar, percibir, sensibilizarse con su funcionamiento, como se le puede sacar partido, y a partir de ahí sacar el mejor resultado musical posible.
-¿Cómo se puede explicar el gusto por la música en una comarca como la de Deza?
-Está claro que a nivel de bandas de música es uno de los focos más potentes de toda Galicia. Hay muchas bandas y todas de un nivel muy alto. Posiblemente, todo se deba a la tradición y es que la banda más antigua de Galicia es la de Merza, por poner un ejemplo.
