Ayer se informaba de que una o varias personas accedieron al interior de la carpa que hace las funciones de plaza de abastos temporal en Pontecesures, y además de robar algunos artículos causaron diversos daños. Preocupa especialmente tiraron al suelo una pared de ladrillo que los obreros que están realizando las obras en la plaza anexa habían levantado ese mismo día para hacer realidad la Casa da Lamprea, cuya construcción está cofinanciada por la Xunta de Galicia y el Ayuntamiento de Pontecesures, al igual que la reforma del mercado.
Fueron los obreros quienes se percataron de lo sucedido a primera hora de la mañana del martes, por lo que dieron aviso a las autoridades y procedieron a recolocar la pared.
El alcalde, Juan Manuel Vidal Seage, condena enérgicamente estos actos vandálicos, que también pueden considerarse un atentado contra los bienes y los intereses públicos.
"Se trata de un serio varapalo para los intereses del Concello, además de representar un gasto añadido inútil", explica el primer edil, quien además puntualiza que "es una obra que va muy justa de tiempo para cumplir los plazos, por lo que esto que ha sucedido resulta más grave aún".
Añade que "los propios trabajadores que se encargan de esta obra están muy disgustados porque para cumplir los plazos tuvieron que trabajar incluso en jornadas festivas".
Seage muestra sus deseos que este atentado se queden en "algo anecdótico y puntual y que todo llegue a buen término en las mejores condiciones posibles cuanto antes".
El lunes por la tarde, después de lo sucedido, efectivos de la Guardia Civil del cuartel de Valga patrullaron por el entorno de la Casa da Lamprea, en la zona portuaria, para hacer un seguimiento de lo sucedido.
