El alcalde de Vilanova y presidente de la Mancomunidade de Municipios de la Comarca de O Salnés, Gonzalo Durán, valoraba ayer de forma positiva la existencia de un proyecto para sacar a la luz los restos de la antigua fortaleza de Monte Lobeira, por eso espera que la Diputación dé "el paso necesario para la puesta en valor de un espacio que puede convertirse en uno de los grandes atractivos culturales y paisajísticos para el turismo en esta comarca".
Durán, a través de la Mancomunidade, fue uno de los grandes impulsores de que este proyecto se acabase redactando al considerar que "Monte Lobeira tiene unas potencialidades muy importantes, no solo por sus impresionantes paisajes, ya que desde el mirador se pueden ver algunas de las mejores vistas de la ría de Arousa, sino por la historia que esconden sus piedras, pues sobre ellas se asentó una de las fortalezas más importantes de la época, y ese legado es prácticamente desconocido". Además, Durán no duda en señalar que "Lobeira puede ser el lugar sobre el que se asentaba el castro lupariae que sale reseñado en las leyendas de la traslatio del Apóstol".
Por este motivo, espera que la Diputación "busque el dinero necesario, para acometer esta actuación, aunque se desarrolle en varias anualidades, ya que sería muy importante para la historia de esta comarca sacar a la luz esos restos".
El proyecto, diseñado por la empresa Arqueología del Noroeste para la Diputación de Pontevedra, estima que para realizar una actuación adecuada, es necesario invertir 1,2 millones de euros, lo que permitiría continuar con el trabajo que financiaron los comuneros de András entre 2008 y 2009. La actuación que se plantea es una intervención de unos 12 meses de duración, distribuidos en 240 jornadas, para excavar un total de 8.050 metros cuadrados de superficie. Para ello debería contarse con un capital humano de 26 personas. El proyecto va mucho más allá de la intervención en sí misma, y recomienda una socialización del mismo. Además de este proyecto, la Diputación también ha realizado un levantamiento en tres dimensiones de toda el área que ocuparía el yacimiento, unos 13.300 metros cuadrados de superficie.
La intervención permitiría completar la realizada a finales de la década pasada, cuando un grupo de arqueólogos sacó a la luz una parte de la muralla, el aljibe en el que se acumulaba el agua y lo que fue el patio de armas.
