El año 2016 empezó con fuertes y persistentes lluvias que en los últimos días, si bien se han debilitado, se han combinado con bajas temperaturas. Ante esta situación, las personas sin hogar buscan cobijo en casas deshabitadas a las que en la mayoría de los casos no resulta complicado acceder por su completo estado de abandono. Y si es difícil entrar, algunos se las ingenian para no dormir a la intemperie.

Es el caso de la casona ubicada en pleno centro de Vilagarcía, concretamente en la avenida Doctor Tourón, en su tramo más próximo a la plaza de España. Ayer mismo media docena de personas saltaban el muro de un lateral del inmueble para acceder al interior.

Otra casa señorial emplazada en el centro vilagarciano ha traído de cabeza a los efectivos antiincendios en los últimos años. Se trata del inmueble del número 54 de la calle Vista Alegre, un edificio en completo estado de abandono en el que se produjeron tres incendios entre 2009 y 2012. Estaba habitado por okupas.

También en el casco urbano aunque más alejado del centro hay casas okupas. Una de ellas se ubica en el barrio de San Roque y otra en Vilaxoán. En la avenida Rosalía de Castro, en el barrio de la Prosperidad, hay una casona que fue pasto de las llamas en abril de 2014 cuyo estado actual muestra signos de volver a estar habitada ilegalmente.

Muy cerca de allí se emplaza el conocido Balneario de Compostela. Aunque hoy en día está desocupado, su abandono deja anécdotas curiosas. Un indigente, ahora ya fallecido, solía pernoctar en esta instalación municipal y cobraba 50 céntimos de euro a cada persona que dejaba entrar a pasar la noche.

Realquiler de habitaciones

Aparte de ocupar viviendas cuyos propietarios las tienen sumidas en la ruina, otra opción que cada vez gana más terreno entre las personas en situación de marginalidad o exclusión social es la de realquilar habitaciones de un piso previamente arrendado.

Los últimos datos que maneja Cáritas Interparroquial Arousa apuntan a "más de 25 personas sin hogar" en la comarca. Si bien Cruz Roja (con instalaciones contiguas a las de Cáritas, en la plaza de la Constitución) dispone de un albergue de transeúntes con una capacidad para 10 personas, actualmente solo están cubiertas una media de cinco plazas diarias, según la información facilitada por la propia ONG.

Esto demuestra que la mayoría de las personas sin techo se decantan por otras fórmulas de cobijo distintas a las del albergue, donde se establecen unas normas mínimas para garantizar la correcta convivencia de los usuarios.

Vilagarcía registra unas 4.000 viviendas vacías y un millar en estado deficitario o ruinoso. La Inspección Técnica de Edificios (ITE) podría reducir estas cifras, pero el Concello aún está redactando la ordenanza para implantar esta revisión, obligatoria para los municipios con más de 25.000 habitantes.