Bidones oxidados que constituyen un riesgo para los paseantes, vallas de obra abandonadas sobre la arena, conos de advertencia, plásticos, botellas y latas, así como la acumulación de algas secas afean el mejor parque que Vilagarcía puede ofrecer a sus vecinos y visitantes.

El aspecto de la playa de A Concha-Compostela es realmente indecoroso, a pesar de que las autoridades municipales puedan alegar que la temporada de baño no ha comenzado y se atisbe que el buen tiempo pueda llegar más tarde que pronto.

Lo cierto es que este arenal en absoluto es una playa al uso precisamente por su carácter eminentemente urbano. Nadie se imagina que la de Silgar, en Sanxenxo, pueda ofrecer una aspecto similar al que durante todo el año se observa en Vilagarcía de Arousa.

El paseo de las playas de la capital arousana es uno de los más concurridos a lo largo de todo el año, incluidos los largos inviernos. Son muchas las personas que acuden a este envidiable lugar tanto por simple esparcimiento como para hacer deporte o jugar con los niños.

Y es además, la imagen de referencia para los turistas y visitantes que acuden en cualquier época del año a visitar las Rías Baixas.

El Ayuntamiento tiene la obligación de mantener este espacio en estado de revista todo el año y no esperar a que llegue ni la Semana Santa ni el período estival cuando se masifican todas las playas de la costa gallega.

Pero en el caso de Vilagarcía, todos los años se convierte en una preocupación residual para la Administración local, que prolonga cualquier actuación en este entorno.

Un ejemplo de ello es el enorme socavón que ha aparecido bajo una de las pasarelas peatonales a principios de enero. Los servicios de seguridad se han percatado de que constituye un riesgo para los paseantes y por tanto ha colocado unas vallas protectoras a su alrededor.

Consta por tanto el aviso del riesgo pero el Ayuntamiento no ha tomado cartas en el asunto y el socavón continúa agrandándose cada día que pasa.

Respecto de la corrección de los vertidos a la playa tampoco se ha vuelto a saber nada más.