José Flores Arias | Gerente del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés

“Esto no se va a poder sostener con los pocos profesionales que ahora mismo tenemos”

“En Primaria para cubrir todo necesitaríamos diez pediatras y entre nueve y once médicos de familia”, asegura el gerente, que continua en esta nueva etapa de su mandato peleando por la cobertura de plazas de facultativos ante el goteo de jubilaciones

José Flores Arias, en su despacho en el Hospital Provincial de Pontevedra.

José Flores Arias, en su despacho en el Hospital Provincial de Pontevedra. / RAFA VAZQUEZ

El 6 de agosto de 2022 José Flores Arias (Santiago, 1971) se ponía al frente del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés, dos distritos en los que había un patente malestar entre buena parte de los profesionales relativo a las últimas decisiones tomadas por la anterior dirección que terminaron afectando a la atención a los pacientes. El reto era importante entonces y lo sigue siendo ahora, ya que su programa de trabajo seguirá en pie al contar con el visto bueno del nuevo conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño. La gerencia de Pontevedra y O Salnés es una de las cuatro gallegas que se mantendrá en esta nueva etapa, tras los cambios realizados en las áreas sanitarias de Santiago, Ferrol y Ourense.

– ¿Cómo interpreta su continuidad en el cargo después de los cambios importantes que ha habido en varias de las áreas sanitarias gallegas?

– No puedo interpretarlo de otra manera que no sea un voto de confianza en un proyecto que se inició en 2022 en una situación complicada. Es muy bienvenido por mi parte, porque empezar a ver los resultados está muy bien, pero hay que madurarlos y conseguir mucho más.

– ¿Qué destacaría de estos casi dos años de gestión y de esas cuestiones que ha podido poner en marcha hasta ahora?

– Sobre todo la situación en la que llegué. La llegada no fue fácil y vino precedida por una serie de protestas y situaciones en las que los profesionales no estaban muy de acuerdo con la gestión. Había desconfianza y falta de credibilidad en el sistema, y eso es malo. Lo que tenemos que conseguir, y en eso estamos, es revertir esa situación y hacer que de nuevo vuelvan a confiar en nosotros. Una vez que te sientes bien querido después funciona solo.

– Es cierto que se pasó de una etapa de continuas concentraciones y protestas a otra en la que son muy esporádicas. ¿Tanto ha mejorado el diálogo?

– Forma parte de un tipo de gestión que a mí me gusta hacer. Siempre trato de que todo el mundo se comporte en la dirección de la misma forma, como una dirección abierta y dialogante. No siempre los directivos estamos en la posesión de la verdad y escuchar a la gente aporta ideas. A veces llega gente aquí de diferentes categorías profesionales y te cuenta cosas que no sabías que estaban ocurriendo; eso te permite ser mejor gestor.

"Se necesita una gestión diferente, idear o inventar soluciones distintas. Hay cosas que no dependen de las autonomías"

– ¿Cuáles son los objetivos en esta nueva etapa?

– Serán los mismos que los establecidos al principio: la continuidad de un proyecto iniciado, que parece que no va mal así, pero que tenemos que madurar. Las cosas no se arreglan en un mundo tan difícil como la sanidad en dos días. Tenemos cuatro años por delante. Insisto en que la situación no es exclusiva del área, sino que es preocupante a nivel general. Por ejemplo, tenemos ahí el pronóstico de las jubilaciones de médicos y otros profesionales. Esto es complicado y se necesita una gestión diferente, idear o inventar soluciones distintas, porque esto no se va a poder sostener con los pocos profesionales que ahora mismo tenemos. Hay cosas que no dependen de las autonomías, como los médicos que se han quedado sin plaza en el MIR aún habiéndolo hecho o los médicos sin especialidad reconocida por parte del Ministerio o que no la tienen de sus países de origen. Habrá que ver qué fórmulas se pueden inventar.

– ¿Dónde es más acusada esa falta de médicos? ¿Atención Primaria, especialidades...?

– Atención Primaria es un clásico. No tenemos suficientes médicos de familia para cubrir las bajas, vacaciones e incluso plazas que, por mucho que ofertemos esas interinidades, no tenemos a nadie. Nos pasa con los pediatras de Atención Primaria igualmente; en esta área sanitaria somos incapaces de cubrir las plazas de Pediatría. De las once plazas vacantes solo se ha cogido una, no hay nadie más dispuesto a ser interino en Pediatría. Son dos especialidades críticas, pero también en los hospitales hay dificultades para cubrir plazas de radiólogos, internistas, oncólogos, neumólogos... Nos cansamos de agotar las listas cuando tenemos una plaza vacante.

– ¿Qué medidas se han tomado con aquellas plazas de difícil cobertura?

– En eso hemos sido pioneros con algunas ofertas. Por ejemplo, para las plazas de difícil cobertura, con prestación de mañana y de tarde, hemos ofrecido a los especialistas de Atención Primaria el acceso sin oposición, simplemente por curriculum como propietario para toda tu vida. Es el caso del comarcal de O Salnés, donde así se han cubierto siete plazas: internistas, radiólogos, traumatólogos, anestesistas... Además, trabajar en estos sitios te puntúa el doble y hasta el triple que hacerlo en hospitales cabecera como Montecelo o el Provincial, por ejemplo.

"Para las plazas de difícil cobertura, con prestación de mañana y de tarde, hemos ofrecido a los especialistas de Atención Primaria el acceso sin oposición, simplemente por curriculum"

– ¿Qué número de médicos haría falta para lograr la cifra idónea de estos profesionales en el área sanitaria?

– Es una pregunta muy ambiciosa. En Primaria, por ejemplo, para cubrir todo necesitaríamos diez pediatras y entre nueve y once médicos de familia. Estoy hablando simplemente de plantillas titulares, después nos vamos a encontrar con que cada vez que haya vacaciones, una baja o cualquier permiso, al que tenemos todos derecho, no vamos a tener un banquillo de sustitutos. Lo que queremos es que todo el mundo esté trabajando y no haya nadie en una lista esperando.

– Y precisamente, ¿tiene la gerencia algún plan ya para las ausencias de la época estival?

– Lo que tenemos en perspectiva para este verano es parecido a lo del año pasado: contamos con poder reforzar aquellas zonas en las que la población acude masivamente, como suelen ser las de costa, como Sanxenxo, O Grove... En el resto trataremos de paliar las ausencias entre los compañeros, en lo que se refiere a los centros potentes con varios médicos. En los de un solo médico a veces vamos a tener dificultades de cobertura. Estamos analizando los puntos más calientes en este sentido.

– ¿Y el tan temido cierre de camas hospitalarias?

– Lo que hay detrás de eso es el número de camas que nosotros necesitamos. Cuando tenemos que emplear la lista de enfermeras para cubrir todas las vacaciones y la agotamos y no llegamos a contratar tantas como necesitamos porque no hay disponibilidad, nos vemos limitados al número de camas que tenemos disponibles. Lo que hacemos es ver cuál fue el porcentaje de uso en años anteriores y con ello es lo que solemos abrir. Este año mantendremos la misma fórmula del año pasado: algunas de las habitaciones de las plantas las tendremos no disponibles inicialmente y las ampliaremos en el momento en que se necesiten, porque es más fácil abrir una habitación que una planta entera.

"A los profesionales no les podemos acelerar más, ya que lo están dando todo, trabajando en horario de mañana y tarde"

– Hasta ahora se estaban cerrando las zonas pares o impares de las plantas.

– Sí, pero el año pasado ya lo hicimos diferente, porque es mucho más fácil hacerlo así para el momento en que un paciente necesite ser hospitalizado. Por otro lado, también como el año pasado, mantendremos la misma actividad quirúrgica durante el verano, que es algo también novedoso de esta área, que siempre en verano se paralizaba.

– ¿Se están acelerando ahora las pruebas preoperatorias por este motivo?

– A los profesionales no les podemos acelerar más, ya que lo están dando todo, trabajando en horario de mañana y tarde. Pero ni por ellos ni por disponibilidad de espacio, tanto aquí como en O Salnés la actividad en los quirófanos está al cien por cien. Incluso estamos remitiendo, o derivando, pacientes de este distrito de Pontevedra a operarse a O Salnés, ya que tenemos un quirófano allí del que a veces podemos disponer y también van profesionales de aquí. Estamos utilizando esa flexibilidad en el área.

– Al menos entonces las listas de espera quirúrgicas no se incrementarán...

– Esperemos, por lo menos, que no aumenten. Nos encontramos en los últimos años en una situación en que la gente que incluimos en lista de espera es mayor que la que estamos sacando. Es difícil, pero creo que estamos trabajando en el buen sentido. No me canso de decirlo: los trabajadores lo están haciendo de forma totalmente comprometida y tenemos una de las mejores listas de espera de Galicia.

– El gran hito del área sanitaria durante su mandato será la inauguración del Gran Montecelo, que parece que se retrasará un poco...

– Estamos súper satisfechos. Tenemos ya la Medicina Nuclear y la Hemodinámica instaladas. Todo eso está para funcionar ya, y aún así, de la previsión que era para finales de este año, probablemente nos vayamos dos meses o tres al año que viene para entregar la obra civil. Pero ya está en marcha la licitación de equipos, porque habrá que hacer una inversión potente.

"Vamos a disfrutar del Hospital Provincial unos cuantos años más, porque tenemos que hacer la obra del viejo Montecelo"

– Un gran hospital pero con escasez de recursos humanos...

– Sí que es verdad que va a ser más personal de Enfermería y de otras categorías que no lo que son propiamente facultativos, que también, ya que habrá nuevas prestaciones: Medicina Nuclear, Radiofísica, Hemodinámica...Si es cierto que Pontevedra está de moda, ojalá que haya muchos profesionales que se quieran venir para aquí.

– Los usuarios llorarán el cierre del Hospital Provincial.

–Todavía está por ver. Eso es algo que pertenece más al mundo de los políticos de profesión. La idea de tener todo concentrado en un único hospital es buena, aunque sabemos que es más amable el poder venir caminando hasta el Provincial. Aún así, todavía vamos a disfrutar de él unos cuantos años más, porque tenemos que hacer la obra del viejo Montecelo. Va a ser una intervención más importante de lo que inicialmente se había pensado, dedicándole más tiempo y más partida económica.

– El primer adiós, en todo caso, sí será para la Casa del Mar.

–Sí, Mollavao sí que está descartado. El edificio ni siquiera nos pertenece a nosotros, así que vamos a prescindir. Lo que tendremos es que trabajar con el Concello, con el que tenemos muy buena relación, en que existan buenas comunicaciones para que haya un transporte público potente, independientemente del aparcamiento y las plazas que haya y su coste.

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