Los apicultores auguran “el peor año en mucho tiempo” por los efectos de las lluvias y la velutina

La cosa pinta fea y esto afectará tanto a apicultores como consumidores. La miel será un bien muy preciado este año, ya que su producción se verá especialmente afectada por las intensas lluvias caídas durante la primavera y por la presencia de la avispa asiática, que lejos de reducirse coge fuerza. “Será el peor año en mucho tiempo”, aseguran los profesionales del sector, que aunque ya se han acostumbrado a que la velutina ronde sus colmenas, volverán a intensificar una vez más su lucha contra este insecto a través del trampeo. Solamente el año pasado, en el municipio de Pontevedra se retiraron del orden de un millar de nidos, sumando los que eliminaron los voluntarios del grupo del Concello de Pontevedra y los de la empresa pública Seaga en el marco del programa de la Consellería do Medio Rural.

Sábado de entrega de trampas

Emilio Ramírez es apicultor y uno de los voluntarios de ese grupo creado a nivel local. Tiene sus colmenas de abejas en la parroquia de Salcedo y ayer sábado acudió a una reunión en O Porriño convocada por la Xunta de Galicia para entregar a productores gallegos trampas para las velutinas e informarles de la campaña de este año. Ahora Ramírez las colocará cerca de su zona de producción, pero también dispondrá de los medios que les proporciona el gobierno pontevedrés.

“Nosotros con el grupo de voluntarios cada año retiramos alrededor de unos 500 nidos de asiática en el municipio. Porque unos 200 y pico son los que tenemos en ubicación exacta y otros tantos son los que quitamos sin anotarla, porque no siempre llevamos el teléfono móvil con nosotros”, explica a FARO.

A estos nidos habría que sumar los que se encarga de eliminar la Consellería do Medio Rural a través de Seaga para la ejecución del programa gallego de vigilancia y control de la velutina, acordado en el año 2020 entre el gobierno gallego y la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp), al que ya están adheridos los 313 concellos de la comunidad autónoma. Según fuentes de esta consellería, los nidos retirados el año pasado en la capital de la provincia fueron 520.

Esto quiere decir que cada año se eliminan de media un millar en el territorio municipal, sumando los de ambos frentes: voluntarios más Seaga.

"Yo siempre fui consciente de que esto no lo íbamos a eliminar, pero sí creía que al menos podíamos controlarlo"

Emilio Ramírez

— Apicultor

“Hay muchísimos nidos que acabamos retirando nosotros porque con las hojas no se ven y cada día pueden aparecer varios, de los que nos avisan los vecinos. En realidad, la época de trampeo tenía que haberse ya en el mes de febrero, ahora las consellería nos ha dado las trampas con un atrayente y unas directrices, pero la asiática ya está trabajando”, matiza.

Y es que es en el primer trimestre del año cuando la velutina empieza a salir “de la invernada”, con la floración de la camelia, con la que este insecto trabaja mucho, según informa este apicultor pontevedrés. “Ahora en las trampas ya nos está cayendo una burrada de asiáticas, muchísimas”, reconoce.

El problema no va a menos. “Yo siempre fui consciente de que esto no lo íbamos a eliminar, pero sí creía que al menos podíamos controlarlo, pero ya veo que ni eso vamos a poder hacer”, se lamenta.

Las trampas para atrapar velutina son similares, aunque el modelo que más se usa es uno que consiste en una especie de vaso grande con una trampa. Entran atraídas por la sustancia atrayente y se quedan dentro atrapadas.

Poca flor de eucalipto

Pero la producción de miel no solo se ve afectada por los efectos negativos del insecto asiático sobre la población de abejas, sino que este año, además, se verá perjudicada por las abundantes lluvias durante la primavera.

“Este año hubo mucha lluvia y cuando había algo de floración, volvió la lluvia. Cada zona es distinta, pero aquí en la costa el eucalipto casi no floreció, así que poca cosa, porque la poca flor que hubo se la llevó la lluvia. Y ahora nos va a atacar la velutina. Va a ser un año malísimo”, concluye.

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