La regularización catastral destapó más de 6.500 inmuebles del municipio, el 8% del censo urbano

Hacienda ofrece el balance de un proceso que puso en marcha en 2013 para localizar bienes ocultos al fisco | En toda la comarca se superan las 25.300 altas, con Sanxenxo, Marín y Poio situados por detrás de Pontevedra

Vista general del casco urbano de Pontevedra y su periferia.

Vista general del casco urbano de Pontevedra y su periferia. / Gustavo Santos

La regularización catastral, un proceso que puso en marcha en 2013 el Ministerio de Hacienda para localizar bienes ocultos al fisco logró destapar en la comarca un total de 25.304 inmuebles en los catorce municipios de la comarca, todas ellas construcciones tanto urbanas como rústicas que no estaban dadas de altas en el Catastro o que presentaban ampliaciones o reformas no declaradas. En el caso del municipio de Pontevedra, son 6.501 los inmuebles localizados durante las inspecciones. De ellos, la inmensa mayoría son de carácter urbano, con 6.025 casos, es decir, el 8% del censo total de este tipo de unidades.

La Dirección General del Catastro ya ha actualizado los datos de todos los municipios después de culminar la totalidad de las inspecciones en la provincia, y se pone de manifiesto que en el municipio de Pontevedra, las inspecciones afectaron tanto al casco urbano como a las parroquias del rural. Los inmuebles rústicas destapados son 476, apenas el 0,5% del total.

Más de la mitad de los casos en Pontevedra corresponden a nuevas construcciones que no se habían dado de alta en el Catastro. Suponen el 53,5% del total, mientas que el resto se debe a ampliaciones y rehabilitaciones. Los técnicos del Ministerio de Hacienda también buscaban reformas y cambios de uso e incluso piscinas no declaradas, pero en Pontevedra no hubo altas de este tipo.

En toda la provincia se localizaron 113.359 inmuebles, el 82% urbanos y cerca de un 3% correspondientes a piscinas. En el conjunto de la comarca se llegó a regularizar 25.304 inmuebles, de los que 22.220 eran urbanos y 3.084 rústicos, básicamente fincas en el rural, ya que las edificaciones en general, al margen de su ubicación, se consideran bienes urbanos. Tras las 6.501 altas de Pontevedra, aparece Sanxenxo, con 3.828, por delante de Marín, que llegó a 3.054, y Poio, con 2.299. Caldas aparece en quinto lugar con 2.011 inmuebles regularizados.

Aumento fiscal

Esta regularización, al margen de los 60 euros por inmueble que había que pagar como tasa de inspección, incide directamente en lo que cada contribuyente paga en el Impuesto de Bienes Inmuebles. El aumento directo en los tipos del IBI y la posibilidad de aplicar una actualización en los valores de los inmuebles sobre los que se calcula este impuesto implicaron un aumento de ingresos en los concellos revisados, así como con la búsqueda de bienes ocultos o reformados. En los últimos meses, al menos tres concellos de la comarca (Marín, Sanxenxo y Ponte Caldelas) han actualizado el IBI, junto con otros impuestos.

El proceso de regularización, conjunto para las categorías rústicas y urbanas, se hace notar con más incidencia en el bolsillo de los vecinos del rural ya que las construcciones ligadas a explotaciones agrarias, ganaderas o forestales pasaron de tener un valor cero a pagar entre el 0,3 y el 0,9% en el Impuesto de Bienes Inmuebles. Se persiguieron sobre todo piscinas, garajes, ampliaciones y otras obras no dadas de alta y detectadas en muchos casos mediante imágenes aéreas. El Concello de Pontevedra llegó a abrir una oficina de asesoramiento a los vecinos que atendió a unas 300 personas en sus dos primeros meses de funcionamiento.

Tras las cifras de Pontevedra, destaca el caso de Poio en materia de piscinas, ya que más del 6% de todas las altas corresponden a estas instalaciones. Otros inmuebles destapados en este municipio son 2.290 de carácter urbano y apenas 9 rústicos. Sanxenxo, en todo caso, es el segundo territorio de la comarca con más altas, un total de 3.828, casi el 6% del censo catastral total. En su caso, también dominan las urbanas, con 3.369 y la mayor parte (siete de cada diez) corresponde a ampliaciones y rehabilitaciones, mientras que las piscinas suponen menos del 2%.

En Marín, la inspección destapó un total de 3.054 inmuebles ocultos al fisco hasta ahora. Casi la mitad eran ampliaciones y rehabilitaciones, pero destaca que más de un 42% de ellas están nuevas construcciones, mientras que otro 2% corresponde a piscinas, según los datos oficiales del Catastro.

En Caldas se localizaron 2.011 propiedades, 1.238 de ellas en el ámbito urbano. La revisión en este municipio concluyó en marzo de 2016, año y medio antes que en Portas, donde se destaparon 542 inmuebles. Por su parte, en Vilaboa el proceso se cerró en abril de 2017 con la localización de 1.571 edificaciones ocultan al fisco hasta entonces, un 41% de ellas, de nueva ejecución.

Campo Lameiro, Moraña y Ponte Caldelas fueron los primeros en ser revisados, en diciembre de 2014 y desde hace tiempo sus resultados son públicos. En estos tres territorios se descubrieron un total de 2.149 edificaciones irregulares, sobre todo en el ámbito urbano. Casi la mitad (1.042) corresponden a Ponte Caldelas, con un 6% de piscinas. En este municipio, un tercio de las regularizaciones correspondieron a reformas y cambios de uso y apenas el 27% obedecía a nuevas construcciones. En Moraña fueron 913 y otras 194 en Campo Lameiro.

Barro fue de los últimos en ser revisados, en diciembre de 2018, al igual que Sanxenxo, Pontevedra y Cuntis. Se localizaron 628 inmuebles, mientras que en Cerdedo-Cotobade se llegó a 976. En Cuntis fueron 1.097 y otros 334 en A Lama.

Casi 3.000 millones: la valoración oficial de Pontevedra

Según el último balance del Catastro, el año 2023 se cerró con 75.415 unidades, la lista más alta hasta ahora, después de superarse en 2022 las 75.000 altas, con el añadido de que el valor que el Ministerio de Hacienda asigna a todas estas propiedades roza ya los 3.000 millones de euros. En concreto, son 2.940 millones, 31 más que cinco años atrás y un 23% más que hace una década, cuando apenas se llegaba a 2.400 millones.

Buena parte de estas cifras corresponde a los inmuebles de uso residencial, ya que son 41.465 (el 55% del total), casi 170 más que hace un año y su tasación se dispara hasta los 1.890 millones de euros. Esto significa que Hacienda valora en 45.590 euros cada vivienda incluida en el censo catastral. Son setenta euros más que doce meses antes y en una década se ha revalorizado un 15%. En 2014 apenas se superaban los 39.000 euros por unidad residencial. A estas cifras se deben añadir las plazas de garaje (que el Catastro identifica como “almacén o estacionamiento”), que añaden otras 22.750 altas, también el número más alto de los últimos años. Esos 75.415 bienes, 272 más que en el ejercicio anterior, están tasados con un valor catastral total de 2.940 millones de euros, lo que supone una cifra media de casi 39.000 euros cada uno. Se da la circunstancia de que esta media tiene a reducirse en los últimos ejercicios, ya que era de 39.095 euros en 2021 y de 39.133 de 2020.

1 De edificios a piscinas a vista de dron

Se persiguieron sobre todo piscinas, garajes, ampliaciones y otras obras no dadas de alta y detectadas en muchos casos mediante imágenes aéreas

2 Varios años de revisiones técnicas

Este proceso se puso en marcha en 2013 y duró varios años. Tras su conclusión, llegó el periodo de alegaciones y ajustes antes del balance.

3 Varios municipios actualizan el IBI

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