Condenado a 13 años de cárcel el hombre que intentó matar a su pareja, tras agredirla y retenerla junto a su madre

El acusado intentó matar a la mujer, a la que puso un cuchillo al cuello al tiempo que le decía “si te mueves, te mato”

El acusado declara ante la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra.

El acusado declara ante la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra. / Fernando Martínez

La Audiencia de Pontevedra ha condenado a 13 años de cárcel a un hombre que intentó matar a su pareja, a la que agredió y retuvo, al igual que a la madre de la víctima, con quien convivía. El tribunal lo ha considerado autor de dos delitos leves de lesiones sobre la mujer, de un delito de homicidio en grado de tentativa, que absorbe a un delito de amenazas no condicionales, en concurso con un delito de detención ilegal, concurriendo las circunstancias agravantes de género y de parentesco.

Además, respecto a la madre de su pareja, lo ha considerado autor de un delito de detención ilegal, con la agravante de parentesco, y de un delito de lesiones leves en el ámbito de la violencia doméstica. La sección cuarta de la Audiencia Provincial le impone la prohibición de comunicarse y aproximarse a la víctima durante 14 años; y, a la madre de esta, durante cinco años.

El tribunal considera probado en la sentencia que mantuvo una relación sentimental con convivencia con la víctima, desde finales de 2020 o principios de 2021 hasta el 30 de mayo de 2022. En el domicilio también residía la madre de la mujer, de 88 años, diagnosticada de demencia. “La relación sentimental transcurrió con normalidad hasta que, en un momento dado, hacia el final de la relación, se volvió mala. Así, el procesado pasó de los insultos verbales a la agresión”, indican los magistrados en la sentencia, en la que consideran probado que, en uno de esos episodios violentos, el acusado intentó matar a la que era su pareja, a quien le puso un cuchillo al cuello, al tiempo que le decía “si te mueves, te mato”. La Sala relata que, a continuación, y para evitar que pudiera marcharse, cogió cinta aislante que tenía en el dormitorio y ató de pies y manos a la víctima y, con el mismo fin, dio dos pastillas a la madre de esta para que se durmiera, aunque solamente se tomó una.

Durante todo ese tiempo, teniendo a su pareja maniatada y con el cuchillo al cuello, el acusado no dejaba de decirle que la quería matar. Además, le propinó un golpe con el mango del cuchillo en la cabeza. En la sentencia, los jueces también relatan que, después, el acusado se quitó el cinturón y se lo colocó a la víctima alrededor del cuello e intentó apretarlo, “pero no lo consiguió porque no dejaba de gritar y, además, se escurría de la cama en la que la había sentado el acusado”.

Finalmente, la víctima consiguió salir corriendo de la vivienda, bajo el pretexto de ir al baño y aprovechando que el condenado fue a ver qué ocurría en la habitación de la madre de su pareja, quien había hecho un ruido. La mujer pidió auxilio y se refugió en un bar cercano. El acusado fue tras ella, pero, al no alcanzarla, huyó por el garaje.