Un jurado popular decidirá en marzo si José Eirín asesinó en Barro a su vecina Jéssica Méndez

Se enfrenta a 24 años de cárcel acusado de asesinato con agravante de género, al chocar su coche contra el de la víctima en marzo de 2022 “por odio” y tras años de acoso

José Eirín llega a los juzgados de Caldas en marzo de 2022.

José Eirín llega a los juzgados de Caldas en marzo de 2022. / Noé Parga

El lunes 11 de marzo comenzará en la Audiencia Provincial de Pontevedra el juicio contra José Eirín, el supuesto autor de la muerte de Jéssica Méndez en marzo de 2022 en una carretera de Barro. Será acusado de un delito de asesinato con alevosía, con el agravante de género –según indica la Fiscalía en su escrito de acusación– por el que se enfrenta a 24 años de prisión e indemnizaciones que suman unos 385.000 euros. La pena de cárcel es muy cercana al máximo para este tipo de delitos, establecido en 25 años.

Este marzo se cumplen precisamente dos años de prisión provisional desde que José Eirín entró en la cárcel.

José Eirín será juzgado por un jurado popular, por lo que la Audiencia Provincial trabaja en los preparativos que exige la Ley del Jurado, con el llamamiento a las personas que serán candidatas a integrar este tribunal popular. Es previsible que el proceso se prolongue durante varias jornadas, dada la complejidad del caso y el número de testigos y peritos que están citados a declarar.

Este tribunal contará al menos con dos acusaciones particulares, la de la familia de la víctima y la de la Xunta de Galicia, además de la propia Fiscalía, representada por el fiscal Alejandro Pazos.

La Audiencia Provincial de Pontevedra recibe la causa que instruyó el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Caldas, donde el fiscal ha formulado su acusación de asesinato con alevosía, con agravante de género. Entiende que aunque no había una relación sentimental entre víctima y acusado –eran vecinos– la joven de 29 años sufría desde hace tiempo el acoso de José Eirín, que decidió supuestamente acabar con su vida por la “indignación u odio” que sentía al ver que Jéssica Méndez no le hacía caso.

El escrito de acusación señala que “la forma violencia de proceder del investigado (de 41 años entonces) se debió a la circunstancia de que durante varios años nunca obtuvo una respuesta de la fallecida a las pretensiones sentimentales o afectivas que albergaba”, y actuó “por la indignación u odio que le generó su silencio o su desprecio durante un periodo de tiempo tan prolongado”.

Crimen "por razones de género"

Añade el fiscal que esta “postura de indiferencia o de invisibilidad (por parte de Jéssica Méndez hacia el acusado) no era una conducta esperable del género femenino para la mentalidad del investigado”. Por eso se aplica la agravante de cometer el crimen “por motivos o razones de género”.

Su muerte levantó una oleada de rabia y dolor en toda la comarca, con concentraciones en las que siempre se apuntó que se trataba de un caso de violencia de género tras años de acoso, si bien la Fiscalía no añade una acusación en este sentido al no disponer de pruebas fehacientes al respecto.

En la vista oral se analizará una muerte ocurrida el 17 de marzo de 2022 en la carretera N-550, en lo que en un principio parecía un accidente de tráfico pero pronto se comprobó que no era así. Según el fiscal, poco antes de las 9.30 horas de ese día, el acusado, al volante de su Seat Toledo, observó que Jéssica Méndez aguardaba en su Seat Ibiza a incorporarse en el cruce de Porráns. “Con el ánimo de acabar con la vida de la conductora”, aceleró hasta unos 80 kilómetros por hora y empotró su vehículo contra el de la chica en la puerta del piloto “sin darle ninguna posibilidad de reacción o de defensa”, añade el fiscal.

La víctima resultó sufrió heridas de extrema gravedad y estuvo varias horas en coma, hasta que falleció al día siguiente.

Las indemnizaciones por un importe de 385.000 euros se destinarían a los allegados de la víctima: 128.350 euros para su pareja, 99.827 para cada uno de sus padres y 28.522 para cada uno de sus dos hermanos. El fiscal también solicita que durante diez años el acusado no pueda acercarse a ninguno de ellos.

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El accidente simulado con el que –según el fiscal– el acusado acabó con la vida de Jéssica Méndez se produjo a las 9.30 horas de la mañana del 17 de marzo de 2022, al borde de la N-550, en Barro, a pocos metros de su propio domicilio.

El escrito de acusación del fiscal indica que el imputado por asesinato, José Eirín, “reconoció a la víctima” cuando esta estaba dentro de su coche, parado en una intersección de esta carretera y “con el ánimo de acabar con su vida”, y a una velocidad superior a los 80 kilómetros por hora, impactó de forma decidida con su vehículo contra el habitáculo del coche que conducía Jéssica, “a sabiendas de que una colisión perpendicular entre dos vehículos de motor a esa velocidad y en la zona del conductor puede causar la muerte de la conductora. El investigado aseguró así la ejecución de su propósito de matar a doña Jéssica sin darle ninguna oportunidad de reacción o de defensa”, como añade el relato del fiscal.

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