Se prolonga la estancia de los migrantes y pasarán las fiestas navideñas en Sanxenxo

Quedan alrededor de 35 jóvenes a la espera de solucionar sus trámites | Pasarán el mes realizando actividades coordinadas con el Concello, que también les da clases de español

Los jóvenes visitaron el parque de bomberos de Sanxenxo y se probaron los equipos

Los jóvenes visitaron el parque de bomberos de Sanxenxo y se probaron los equipos / FdV

Gala Dacosta

Después de casi un mes en el hotel Baixamar, muchos de los jóvenes migrantes trasladados a Sanxenxo desde las Islas Canarias ya han recurrido a redes familiares en el país y han abandonado la localidad. De los 54 muchachos procedentes de países como Senegal, Malí o Gambia que se apearon en Areas a comienzos de noviembre de un autobús, quedan ahora unos 35, que previsiblemente estarán en la localidad sanxenxina al menos hasta el próximo 31 de diciembre a la espera de resolver trámites como realizar solicitudes de extranjería. Se prolonga así su estancia en el hotel de Areas al que llegaron el 9 de noviembre con la previsión inicial de permanecer un mes.

En un principio se había anunciado que el 1 de noviembre llegarían a la zona más de 300 migrantes atracados en Canarias. Finalmente, la cifra se redujo hasta algo más de media centena, la capacidad máxima del autobús en el que viajaron desde la capital española. Desde su llegada al hotel fueron acogidos con los brazos abiertos de vecinos y grupo municipal, y todas las personas que se cruzaron por su camino acaban por concluir que se trata de jóvenes que solo procuran un empleo y una oportunidad de vida.

Saber si llegarán a Sanxenxo más migrantes o no es algo que depende de la Delegación del Gobierno, pero por ahora las instrucciones que llegan hasta Areas son continuar atendiendo como hasta ahora a los más de treinta chicos, ofreciéndoles actividades con apoyo del Concello. Así lo explicó Daniel Bóveda, responsable de ACCEM en Galicia, la asociación sin ánimo de lucro que está coordinando la estancia de los “chicos de África”.

Uno de los chicos usa una manguera del servicio de extinción. |   // FDV

Uno de los chicos usa una manguera del servicio de extinción. | // FDV / Gala dACOSTA

Hace un par de días, por ejemplo, visitaron el parque de bomberos de Sanxenxo, donde aprendieron sobre las distintas labores que realiza el servicio e incluso se probaron los trajes de los trabajadores. También tuvo especial éxito el uso de la manguera, que acabó en el momento más divertido de la jornada para los bomberos y para los chicos. Todos ellos bastante en forma, una vez por semana están haciendo uso de un pabellón municipal para jugar al fútbol, deporte que les apasiona. Además, durante este mes continuarán recibiendo clases de español y de temas como el uso y la equivalencia de los euros, la administración del Estado español en comunidades autónomas o por qué se celebra el 25-N y cómo atajar la violencia machista.

Desde la ONG ACCEM indican que los chicos están deseando conocer más sobre la zona y puede que visiten la ciudad del Lérez, ahora que se han encendido las luces de Navidad. Las de Sanxenxo, que llevan un par de jornadas activas, les encantaron.

Celebrarán su primer Fin de Año a la gallega

Teniendo en cuenta que la mayoría de los jóvenes migrantes son de religión musulmana, nunca han celebrado la Navidad. Desde la organización que gestionó su acogida, han planeado una serie de actividades para diciembre que incluirá la celebración de estas fiestas, la primera vez que los chicos vivirán unas Navidades. Bóveda indica que quieren ir “paso a paso” y por eso primero se centraron en coordinar cómo pasarían el puente festivo sin que a los chicos les falte de nada.

Por el momento, todo ha sido relativamente fácil y cada excursión, actividad o visita la agradecen de corazón. Sin saber con seguridad todavía de si llegarán más migrantes a llenar las plazas que otros fueron dejando libres, en la organización son cautos pero optimistas: lo importante es que a los chicos seguro que les gustará pasar una Navidad a la gallega. Mientras, continúan a la espera de qué será de cada uno de ellos.