Calles anegadas, muros y árboles derribados en la despedida de la borrasca Domingos

Vecinos de Verducido critican que se hayan canalizado regatos por un antiguo camino, en el que ayer se desplomó un muro | En Rosalía de Castro temen por la inundación de bajos

Desplome de un muro en Verducido, cuyos vecinos denuncian que se han canalizado regatos por un antiguo camino y el agua erosiona los cierres y daña cultivos.

Desplome de un muro en Verducido, cuyos vecinos denuncian que se han canalizado regatos por un antiguo camino y el agua erosiona los cierres y daña cultivos. / Gustavo Santos

S. R.

Tras el aluvión de daños del pasado sábado, el rosario de incidencias continuó en la madrugada del domingo, si bien con menos intensidad que en los peores momentos de la borrasca “Domingos”, que ayer se alejó hacia el Mar del Norte.

Las intensas precipitaciones que han provocado el desbordamiento de varios ríos de la comarca y las rachas de viento sumaron más de 40 incidencias contabilizadas sólo en el municipio de Pontevedra por los servicios municipales. Entre ellas, el gran embalsado de agua en Rosalía de Castro, a la altura de la antigua nave de Malvar, que preocupa a los vecinos por el riesgo de inundación de los bajos.

Es el caso de José María Poceiro, que explica que “es un problema recurrente: las canalizaciones de pluviales son deficientes y además no las limpian”. La zona está “taponada, llena de agua desde hace días y no drena”, y la borrasca ha multiplicado el problema.

“Estamos en estos momentos a un hilo de que nos destroce el bajo”, lamenta este afectado que reconoce el “sentimiento de impotencia” ante el riesgo de que se produzcan nuevos daños a su vivienda. “Ya hemos padecido otra inundación”, señala, “hace tiempo se colapsó la canalización y hace 16 años instalaron tuberías nuevas, pero nunca ha habido un mantenimiento y se taponan”. Así, ha comprobado que “tendría que estar saliendo mucha agua a la ría pero solo es un hilo”.

Los atascos en los sumideros de pluviales provocan grandes bolsas de agua en Rosalía de Castro, a la altura de la antigua nave de Malvar.

Los atascos en los sumideros de pluviales provocan grandes bolsas de agua en Rosalía de Castro, a la altura de la antigua nave de Malvar. / Gustavo Santos

Los residentes en la zona reclaman en general una sustitución de las canalizaciones en la antigua carretera de Marín y también un mantenimiento que evite que se taponen habitualmente. José María Poceiro señala en este punto que “los sumideros de la calle los limpio yo o un carril queda completamente inutilizado”.

Los vecinos de la antigua carretera de Marín explican que las balsas de agua en la zona son "un problema recurrente: las canalizaciones de pluviales son deficientes y además no las limpian”. La zona está “taponada, llena de agua desde hace días y no drena”, y la borrasca ha multiplicado el efecto

También preocupa el muro de cierre de la antigua finca de Malvar, que se encuentra en avanzado estado de deterioro y los vecinos temen que se desplome.

La indignación no es menor en la parroquia de Verducido, donde se registró el desplome de un muro. Era, aseguran los vecinos, un daño anunciado y del que han advertido reiteradamente al Concello. Roberto Fariña, propietario de la finca, explica que “somos un montón de afectados, nuestras propiedades dan a un camino público, un antiguo camino real, que el Ayuntamiento tiene totalmente abandonado, lleno de maleza e impracticable”.

Indican que “han desviado las aguas de los regatos y en vez de encauzarlas al río, que está a unos 50 metros, las canalizaron por el camino que, sencillamente, es ahora un río. El agua erosiona y arrastró el muro, pero es que al vecino de al lado le lleva la tierra y no puede trabajar la finca”.

En Covadespera los vecinos denuncian la canalización de regatos  a través de un antiguo camino real.

En Covadespera los vecinos denuncian la canalización de regatos a través de un antiguo camino real. / Gustavo Santos

Los afectados aseguran que “se han presentado firmas, hemos hablado con Augas de Galicia y con el propio alcalde, y no hacen nada”.

En Verducido los residentes denuncian “han desviado las aguas de los regatos y en vez de encauzarlas al río, que está a unos 50 metros, las canalizaron por el camino que, sencillamente, es ahora un río. El agua erosiona y arrastró el muro, pero es que al vecino de al lado le lleva la tierra y no puede trabajar la finca”

Roberto Fariña no oculta su enfado porque reponer el muro, de unos 150 metros lineales, “me podría suponer un gasto de unos 20.000 euros; antes ya tuvimos que invertir más de 40.000 euros para poder hacer un acceso interno, porque el camino está totalmente impracticable, y al igual que yo los demás vecinos tuvieron que hacer otros accesos propios”.

Reconocen su impotencia y que a estas alturas “ya no sabemos qué más podemos hacer, porque desde febrero de 2022 hemos hablado con el alcalde y solo nos da largas. Está pasando lo que ya sabíamos que iba a pasar”.

Árbol caído en la plaza de Europa, en el barrio de Monte Porreiro.

Árbol caído en la plaza de Europa, en el barrio de Monte Porreiro. / Gustavo Santos

En la noche de ayer el Concello contabilizó otra decena de incidencias ligadas a la borrasca, como la caída de tejas en la calle Conde de Bugallal o los desplomes de árboles sobre el tendido eléctrico en Laxiñas y en Valadares, en la parroquia de Marcón.

Los servicios municipales también recibieron varias llamadas por contenedores tirados o desplazados y de vecinos alertando del riesgo de caída de un árbol en Pontemuiños.

La relación de alertas continúa en la avenida de Vigo con un riesgo de caída de planchas de metacrilato.

Desprendimiento de una fachada en la calle Loureiro Crespo.

Desprendimiento de una fachada en la calle Loureiro Crespo. / Gustavo Santos

Una jornada más, varias de las incidencias implicaron la caída de ramas, como la que desplomó en la rotonda de Uxío Novoneira; y en general incidentes con árboles, como dos ejemplares cortados en Camiño de Ferro y otro que cayó en la plaza de Europa de Monte Porreiro, tras el parque infantil.

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