Los administradores de fincas, “a tope”: aumentan los partes de daños en edificios por los temporales

Tramitan hasta diez casos cada día y el principal problema de las comunidades de vecinos es que las empresas de reparación especializadas no dan abasto y tampoco pueden intervenir en las cubiertas con el mal tiempo

Un operario trabaja en un edificio en el centro de Pontevedra.  // RAFA VÁZQUEZ

Un operario trabaja en un edificio en el centro de Pontevedra. // RAFA VÁZQUEZ / Ana López

Si vive en un edificio de la comarca de Pontevedra gestionado por un administrador de fincas y ha sufrido algún daño en los últimos días por los efectos de la lluvia y el viento, ármese de paciencia, porque estos profesionales no dan abasto en la gestión de partes y porque las soluciones no siempre están en sus manos ni se pueden llevar a cabo todo lo rápido como los propietarios así lo requieren. En los últimos días, los administradores de fincas no paran y atienden tanto a clientes por teléfono como en sus oficinas, a las que acuden muchos otros vecinos desesperados. La media de partes tramitados diarios va desde los cinco a los diez, en función de las comunidades gestionadas. Son jornadas complicadas y todo apunta a que se mantendrán por lo menos durante toda esta semana, según las previsiones de Meteogalicia.

“Estamos a tope. No te da tiempo a nada, así como cuelgas el teléfono ya tienes otra llamada en espera. Solamente hoy, desde las nueve y media de la mañana hasta ahora, que son poco más de las doce, nos han entrado 80 llamadas”, aseguraron ayer a FARO desde Administración Reyes.

Y es que raro es el edificio que no registra alguna incidencia, aunque sea menor, debido a la lluvia y el viento.

“Esta vez aún podemos decir que estamos teniendo bastante suerte. De momento llevamos una media de seis o siete partes al día. Pero el problema no es atender a los vecinos, sino gestionar los problemas, ya que las empresas que pueden dar soluciones están desbordadas y a lo mejor echas perfectamente 50 minutos al teléfono para que te cojan”, confiesa, por su parte José Domínguez, de Franma Soluciones.

“Tranquila, tranquila no está la cosa, pero como realmente intentamos hacer las cosas bien, al final eso determina que no entren muchas incidencias. A lo mejor al día son unos cinco o seis partes”, indica Ana Couselo, de Fincas Couselo, mientras que Santiago Mariño, de Serga, administrador con oficina en Pontevedra y Sanxenxo, informa de que esta semana llevan unos diez.

Los Bomberos intervienen en una caída de cristales en A Pedreira.  | // RAFA VÁZQUEZ

Una valla caída ante un edificio en la Ciudad de Piedra. / RAFA VÁZQUEZ

Principales daños

Las principales incidencias se registran en las cubiertas, garajes y canalones. A veces son consecuencia de falta de mantenimiento, pero en otras ocasiones se deben a que la cantidad de lluvia y la fuerza del viento son tales que estos elementos se resienten.

“Se están produciendo filtraciones de agua o partes de cubiertas que vuelan. También hay canalones atascados por falta de limpieza”, resumen en Franma Soluciones, desde donde añaden que el problema es que las empresas que pueden realizar estas reparaciones “no son capaces de cumplir el plazo que pueden estimar en un principio” porque tienen muchísimos encargos.

A ello hay que añadir que hay trabajos que con mal tiempo no se pueden ejecutar, como todos los de altura, y que hay que esperar a que pasen dos o tres días para que las cubiertas sequen.

“Hay inundaciones en garajes, roturas o desprendimientos de canaletas que por falta de limpieza tienen mucho peso... Siempre decimos, por ejemplo, que en las terrazas dejen los desagües abiertos y que procuren tenerlos limpios”, afirman en Serga.

Los retrasos en las reparaciones, debido a la altísima demanda con las empresas que pueden llevarlos a cabo, provocan situaciones como la que en Serga se vieron obligados a solucionar en Portonovo con la ayuda de los Bombeiros do Salnés: “Desde hace varios días había un trozo de canalón medio desprendidos, al final tuvieron que ser los bomberos quienes lo retirasen con una escalera”.

Además, en esta administradora se temen que en localidades como Sanxenxo, donde ellos también gestionan comunidades de vecinos, “muchos propietarios que tienen viviendas vacacionales se van a encontrar la desagradable sorpresa cuando vengan”.

Una valla caída en la Ciudad de Piedra.

Los Bomberos intervienen en una caída de cristales en A Pedreira. / FdV

Mal estado de alcantarillados

Una cuestión importante que destacan desde Fincas Couselo es que muchos de los daños se deben al mal estado de los alcantarillados municipales o a su falta, que provocan inundaciones en las viviendas particulares. “Por otro lado, si caen de repente 40 litros de agua en diez minutos, es imposible que no ocurra nada. Y parece que este clima va a seguir, porque ya el año pasado ocurrió así”.

Además, hay que tener en cuenta que muchos edificios tenían pendientes obras importantes de rehabilitación de tejados o fachadas que estaban a la espera de ejecutarse para el próximo año, ya que todavía están recaudando todo el dinero de las derramas pertinentes.

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Un gran error es creer que el seguro de la comunidad de vecinos se hace cargo de los problemas que se registran estos días. Los administradores de fincas consultados por FARO recuerdan que “el seguro se hace cargo de los daños ocasionados, pero no de la reparación del origen, que es algo que debe asumir la comunidad”. Además, dependiendo de la compañía y la póliza, se requiere un mínimo de kilómetros por hora de viento y otro tanto de litros de lluvia caídos por metro cuadrado.

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