“Los adultos debemos dejar de criminalizar las redes sociales y apostar por formar sobre ellas”

“Los niños están sufriendo y también están llevando a cabo en las redes nuevas formas de violencia sin saber que lo son”

Paula F. Rodríguez.   | // FDV

Paula F. Rodríguez. | // FDV / Susana Regueira

Las nuevas formas de violencia y la ciberseguridad fueron los ejes de los talleres que impartió la psicóloga Paula F. Rodríguez en el CEIP San Benito de Lérez, un programa impulsado por la Asociación de Padres O Areeiro. Se trata de encuentros pensados para que los niños reconozcan los riesgos de las redes sociales y sean conscientes de las conductas constitutivas de amenaza o incluso de delito.

–¿Aumentan este tipo de casos entre los niños y adolescentes?

–Por desgracia, estas formas de violencia están en aumento. Los chavales están lanzados a la tecnología sin una competencia digital. Se nos abre la boca diciendo que les enseñamos competencia digital en los colegios pero los contenidos que les enseñamos van poco más allá de que aprendan a manejar un PowerPoint. Ellos no saben que cuando se abren una red social hay términos y condiciones que, en muchos casos, supone que están cediendo sus imágenes a la red social. Tampoco saben cómo denunciar en caso de que estén sufriendo acosa, no saben qué botón pulsar y, por supuesto, tampoco saben reconocer las formas de violencia en la red. Las redes están cargadas de haters (detractores) que se dedican a machacar a la gente, mandar mensajes hostiles o insultantes constantemente. Y los niños no saben que va más allá de una broma, e incluso imitan estas conductas. Los niños están sufriendo y también están llevando a cabo en las redes estas nuevas formas de violencia sin saber que lo son.

–¿Qué es el catfishing?

–Es bastante peligroso. Básicamente es cuando una persona se crea un perfil falso para engañar a otra o hacerse amiga de otra para conseguir algo. Antes era mucho más difícil hacerse un catfishing porque para hacerlo la gente buscaba una foto de Google y se la ponía de foto de perfil, pero es que ahora hay aplicaciones que te transforman en una nueva persona. Tenemos por ejemplo FaceApp que te pones un filtro de juventud y es tu cara transformada en la de un adolescente. Hice un experimento en Tinder en el que me transformé en una adolescente para ver si los chavales utilizaban esta red social en teoría para mayores de edad y con mi perfil de adolescente contacté con chavales de 15 y 16 años que creyeron perfectamente que mi foto era real.

–¿Es un escenario frecuente?

–Las redes sociales dan pie al catfishing, no porque ellas sean el problema sino por el uso que hacemos de ella por la poca formación que reciben los chavales. Es muy fácil engañar a las personas a través de una pantalla, si no les enseñas a reconocer el engaño es una vía abierta para el maltrato.

–¿Qué es el stalking?

–Es cuando una persona sigue todos los pasos de otra y le demuestra además que conoce sus movimientos. ¿Qué pasa? Nosotros de alguna manera con el uso que hacemos de las redes sociales favorecemos esto, porque compartimos información privada en las redes. Cuantas veces subimos fotos para contar que estamos de viaje, o que estamos en el parque, o con el uniforme del colegio… Damos muchos datos privados sin percibir la importancia que tiene compartir estas fotos. La gente que hace stalking normalmente son las que previamente se han hecho un catfishing, un perfil falso, y después siguen todas nuestras redes y nos hacen saber que nos siguen, en principio con idea de demostrar interés, pero no es interés precisamente.

–Se refiere al doxing.

–Sí, es hacer pública información privada de alguien. Si te quiero doxear digo donde vives, cuál es tu teléfono, a qué te dedicas… Estoy compartiendo información, que además es privada, sin tu consentimiento. Cuando nos autodoxeamos es cuando hacemos estas publicaciones en internet en las que contamos que estamos de viaje y nos hacemos una foto en la que sale la matrícula de nuestro coche, o sacamos una foto con el nombre de la calle, o una foto de nuestra propia casa y la publicamos.

–En sus talleres también advierte del grooming.

–Es para mi la peor forma de violencia, porque es cuando un adulto se hace pasar por un menor para atraerlo y engañarlo, normalmente con fines sexuales. El groomer es nombre del pederasta en la red, básicamente. Y todas estas formas de violencia que me ha preguntado fíjese que forman parte del proceso de cómo el pederasta llega al chaval: primero se hace un catfishing, es decir un perfil falso, después le hace un stalking de redes para ver qué publica, por dónde va y conocer sus intereses, después le acaba hablando y finalmente acaba consiguiendo que le revele algún secreto o algo y le hace extorsión, por ejemplo o me das una foto tuya sin ropa o se lo digo a tus padres. Y ahí empieza el maltrato del groomer.

“Tenemos que participar en la vida digital de nuestros hijos, no desde la perspectiva del cotilleo sino ser partícipe del uso”

–¿Es posible prevenir estos escenarios?

–Esa es la clave: a los chavales hay que formarlos en las redes sociales. Los adultos tenemos una perspectiva muy criminalizadora de las redes sociales, decimos redes sociales no, son malas, pero si lo prohibes ellos lo intentarán hacer más. Los adultos debemos abandonar la criminalización de las redes sociales y apostar por la postura didáctica, formar sobre ellas. Los chavales se subirán a las redes sociales sí o sí, y de hecho nosotros mismos los estamos subiendo porque tienen el Instagram del colegio etc. ¿Cómo les vamos a decir a los chavales que redes sociales no si el mundo entero las usa? Hay que abandonar la perspectiva criminalizadora y sumarse a la perspectiva de la pedagogía: ¿Quieres tenerlas? Pues vamos a hacer un contrato con las redes, las notificaciones me llegan a mi correo y tu eres el usuario de las redes sociales, pero yo te voy a enseñar a participar de ellas. Tenemos que enseñarles, educarles desde ahí, porque el hecho de que se enfrenten a una red social y confíen en nosotros les da pie a analizar los riesgos a los que se enfrentan.

–¿Hay que participar de la vida digital de los hijos?

–Por supuesto, no desde la perspectiva del cotilleo y el espionaje, sino estar en su red social, ser participe del uso, has subido una foto y no me gusta pero no te voy a criticar por ello, simplemente te doy pequeñas pautas y consejos. Y, sobre todo, la formación digital en las aulas tiene que ir más allá del PowerPoint, tenemos que aprender a relacionarnos con las redes sociales. Y también ha de aplicarse la ley, cuando te encuentras un caso de ciberbullying el colegio no hace nada porque eso no pasa en las aulas, sino en las redes sociales, pero según la Ley Orgánica de Educación tenemos que atender esos casos, no podemos verlo como algo ajeno, sino empezar a tratarlo en las aulas, y no solo actuar cuando pasa sino prevenirlos. Hay que formar en las aulas, por eso la iniciativa del ANPA del CEIP San Benito de Lérez de celebrar estos talleres es tan positiva.