Sanidad. Pontevedra celebra el Día Nacional del Trasplante

Una de cada cuatro entrevistas con las familias frustra la donación de órganos

Las asociaciones de trasplantados y donantes salen a la calle para concienciar a la población sobre un gesto que puede salvar vidas. “Muchas personas pueden recuperar la salud y la esperanza de vivir”, recuerdan

Representantes de los colectivos, profesionales sanitarios y autoridades, ayer ante el Hospital Provincial de Pontevedra.

Representantes de los colectivos, profesionales sanitarios y autoridades, ayer ante el Hospital Provincial de Pontevedra. / RAFA VAZQUEZ

Las familias centraron el acto del Día Nacional del Trasplante que se celebró ayer en Pontevedra en la calle para llegar al mayor número de público posible. Participaron varias asociaciones del Grupo Vida por la Vida (integrado por, Alcer Pontevedra, Adrovi, Detradi, Frangil, Asampo y la Hermandad de Donantes de Sangre de Vigo), que instalaron una mesa informativa ante el Hospital Provincial de Pontevedra y junto al monumento al donante, una escultura que se encuentra en los jardines de este centro sanitario.

A las familias se dedicaron los múltiples mensajes que lanzaron tanto los representantes de estos colectivos como los receptores de órganos y las autoridades presentes, entre ellas el gerente del área sanitaria, José Flores, y el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lóres.

“Hoy quiero expresar mi más profundo agradecimiento a todas las familias de los donantes de órganos y a todos los profesionales que se dedican al trasplante. Gracias a su generosidad y su compromiso, muchas personas han podido recuperar la salud y la esperanza de vivir”, aseguró en un breve discurso Celso García, presidente de Adrovi, trasplantado, a su vez, de hígado.

Recordó que los donantes de órganos “son héroes anónimos que salvan vidas con su gesto solidario”.

También tuvo palabras para los profesionales del trasplante, “un ejemplo de dedicación y excelencia que hacen posible que España sea líder mundial en esta materia”. “Sin ellos, no habría trasplantes. Por eso, les debemos nuestro reconocimiento y nuestra gratitud”, añadió.

"Los donantes de órganos son héroes anónimos que salvan vidas con su gesto solidario”

En palabras de Celso García, el trasplante “es una muestra de lo mejor de la humanidad: la capacidad de dar y recibir, de cuidar y ser cuidado, de compartir y agradecer.”

Es, en definitiva, resumió, “un milagro de la ciencia y del amor”. “Que nunca se apague esa luz que ilumina el camino de tantas personas que necesitan un órgano para seguir viviendo”, concluyó el presidente de Adrovi.

No quiso dejar pasar la ocasión para recalcar que sigue habiendo numerosas familias que dan su negativa a la donación de los órganos de sus familiares fallecidos cuando llega ese momento tan crucial que supone salvar vidas a través de otras.

De hecho, dijo, en uno de cada cuatro casos las familias se niegan a que esa donación, y por tanto, trasplantes se lleven a cabo, con el varapalo que eso supone para un posible receptor y la sanidad pública.

“De cuatro entrevistas con las familias, normalmente suele fallar una. Este año se mejoraron los datos, con menos negativas, y eso que la pandemia supuso mucho problema. Afortunadamente, cada año hay menos”, matiza.

Hay que recordar que el carné de donante no obliga a las familias a aceptar la donación de los órganos de su allegado fallecido. “Ayuda, porque cada persona que se hace donante llegará a su casa y se lo dirá a su familia. Ese ya es un motivo para que a la hora de la verdad un sanitario coordinador de trasplantes tenga un referente. En todo caso, el carné no es vinculante”, recuerda.

Por su parte, el gerente del área sanitaria, José Flores, destacó que las cifras de donación en Pontevedra y O Salnés “son buenas”. “Los gallegos somos solidarios y los pontevedreses no podían ser de otra manera. Días y actos como el de hoy son importantes para la población. Las asociaciones son una pieza fundamental”, destacó.

Asimismo, el alcalde de Pontevedra habló de la necesidad de que la ciudadanía sea solidaria y de que la donación de órganos y sangre “puede salvar vidas diferentes en una sola vez”, un solo gesto.

  • Cristina Montouto, trasplantada de corazón

“El último día en la UCI apareció un corazón”

Cristina Montouto.

Cristina Montouto. / RAFA VAZQUEZ

Esta joven tenía una enfermedad hereditaria, cuyos síntomas se manifestaron hace 17 años, y hace ocho meses que le operaron para trasplantarle. Reconoce que tuvo mucha suerte porque solo tuvo que esperar 12 días por el nuevo corazón que le dio la vida. “Tuve mucha suerte, pero estuve en la Unidad de Cuidados Intensivos conectada con una máquina. Fueron diez días de urgencia cero en España. El último día, la última tarde, apareció mi donante”, recuerda emocionada.

La enfermedad le afectada en todos los sentidos, ya que se encontraba muy cansada, no podía hacer ni las tareas más simples de casa y su vida social estaba totalmente condicionada. Todo ello teniendo en cuenta que la sufría desde que tenía tan solo 17 años.

Obviamente, la vida le cambió de forma radical. “Me cambió al cien por cien”, asegura a FARO entre risas y feliz. “Le tenía un poco de respeto porque es una operación bastante delicada, pero ya había vivido el proceso en casa antes, porque mi padre también está trasplantado desde hace casi veinte años. Desde el primer momento sentí que tenía más energía, más vida, porque la donación, al final, es vida, y por fin sin medicación . Llevo una vida sana como deberíamos llevar todo el mundo”, resume.

Su mensaje en favor de la donación de órganos y sangre es claro: “Que todo el mundo se haga donante. Donar es vida”.

  • Nuria Cruz, a la espera de un nueva riñón

"Estoy esperando el riñón de algún amigo"

Nuria Cruz.

Nuria Cruz. / RAFA VAZQUEZ

“A veces suele ocurrir el rechazo en los trasplantes, generalmente en las primeras horas con el nuevo órgano. Son los primeros días, más adelante es más raro. En mi caso fue a los cinco años, que dejó de funcionar. Fue algo raro y no sabían por qué, pero se paró. Era mi primer trasplante”, explica a FARO.

Ahora lleva un año y medio esperando un segundo riñón y se encuentra haciendo pruebas para un trasplante con un donante vivo. “No todos los órganos que se reciben tienen que ser de persona fallecida, hay órganos como el riñón que se pueden donar en vida, ya que tenemos dos, o el hígado, que con un trozo se puede regenerar”, matiza.

“Se están haciendo pruebas amigos, porque la familia directa no puede, ya que mi enfermedad era genética. Siempre dije que tengo los mejores amigos del mundo y lo han demostrado”, confiesa emocionada.

Mientras espera esta donación, Cruz recibe diálisis, con la que, indica, “tienes que llevar unas pautas alimenticias muy estrictas”. “Te condiciona en tu vida diaria, laboral... yo tuve que dejar de trabajar”.

A las personas que se piensan si donar o no les dice que “todo el mundo puede llegar a ser receptor, que se pongan en la piel de un receptor”.

  • Carlos Sánchez, trasplantado de hígado

"Hacer actividad física es fundamental"

Carlos Sánchez.

Carlos Sánchez. / RAFA VAZQUEZ

“Desde el momento en que desperté tras la operación y era consciente de que estaba allí ya mi vida había cambiado totalmente. Me encontraba con una fuerza como cuando tenía 18 años”, celebra.

Desde entonces no ha tenido grandes problemas de salud relacionados con este órgano, pero recuerda que “eso depende de cada persona y el proceso”. “Siempre hay problemillas, pero los médicos están muy pendientes de nosotros y se van solventando poco a poco hasta que llega el momento en el que el órgano no puede seguir más”, manifiesta.

Sánchez lleva “una vida totalmente normal” y muy volcada con el deporte, con la Asociación Galega de Deportistas Trasplantados e en Diálise. “Queremos darla a conocer y que la gente trasplantada, la que está en diálisis, la que está en lista de espera y aquellos también con discapacidad orgánica se unan a nosotros para hacer deporte, actividad física, que es fundamental porque minimiza mucho los efectos de las medicaciones que tomamos”, informa.

El pontevedrés subraya que “cada día que pasa, aunque en España sigamos siendo líderes mundiales en donaciones y trasplantes, la demanda es tan alta que la oferta no llega para todos”. “Hay gente a la que nunca llega ese órgano que está esperando. Hay que donar, hacerse donante, porque se salvan vidas”, apostilla.

Celso García (Adrovi): "Vamos a donde nos llamen"

Celso García.

Celso García. / RAFA VAZQUEZ

Celso García, presidente de Adrovi, recibió el hígado que le salvó la vida hace más de 25 años, de ahí que su mensaje no cambie con el paso del tiempo: “sin donante no hay trasplante”. “Por eso queremos darles las gracias como receptores que somos”, afirma.

“Mucha gente aún no está muy concienciada de lo que esto supone, ya que la donación de órganos es un bien para todo el mundo. Cuanto más se done, mejor para todos. Siempre puede haber una familia a la que un hijo se le ponga enfermo y no haya quien le done”, recordó.

Por ello indicó que desde Adrovi siempre se intenta salir lo máximo posible a la calle para visibilizar la importancia de la donación. “Vamos a los centros comerciales, asociaciones de vecinos, colegios... a donde nos llamen para concienciar a la población sobre la donación”, afirma.

“Desde que me trasplanté, mi vida está dedicada a esto. Llevo 15 años con la asociación y va a hacer 26 trasplantado de hígado._A mí me salvaron la vida y yo tengo que poner mi granito de arena para ayudar a los demás”, confiesa.

“Los donantes no quieren que se les vea, y deberían estar muy orgullosos”

Considera que sería muy útil para la campaña de concienciación que los donantes, bien ellos si fue en vida, bien sus familias, ofrezcan sus testimonios. “No quieren que se les vea, y no entiendo muy bien por qué, porque deberían estar muy orgullosos. Suelen decir todo lo contrario, que prefieren que no lo sepa nadie. No se dan cuenta de que nos sería de una grandísima ayuda; así se sabría que hay mucha gente que dona”, se lamenta Celso García.

El riñón, a la cabeza

El riñón, tal y como explica el presidente de Adrovi, sigue siendo el órgano más demandado, “porque sus pacientes se pueden mantener en diálisis mientras no llega, algo que no ocurre con un enfermo de corazón o hígado, que fallecería antes”.

El pasado año 2022, la Oficina de Coordinación de Trasplantes del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés generó, en concreto, las donaciones de 16 riñones, 12 córneas, dos hígados y un tejido ósteotendinoso.

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