El carballo de Santa Margarida se procura descendencia

Un hijo del emblemático roble ya crece en Cerponzóns y el colectivo busca otras parroquias dispuestas a “adoptar” al resto

El emblemático carballo de Santa Margarida en Mourente, Pontevedra.

El emblemático carballo de Santa Margarida en Mourente, Pontevedra. / GUSTAVO SANTOS

Con más de quinientos años de historia, dicen del emblemático carballo de Santa Margarida que es el ser vivo de mayor edad de la ciudad de Pontevedra. En los últimos años, fue noticia por sus achaques de salud pero la ciudad del Lérez confía en poder seguir disfrutando muchos años más de la presencia de uno de sus símbolos, protegido por el catálogo de Árbores Senlleiras de la Xunta de Galicia.

No obstante, pese a ese deseo de larga vida al admirado roble, hay ya quien le procura descendencia que permita continuar su linaje. La asociación cultural Sentir do Carballo de Santa Margarida Robus Robur promueve una iniciativa para que los “hijos” de este árbol crezcan en distintos lugares emblemáticos y parroquias de Pontevedra. Se trata del proyecto “Futuro Robus”, que consiste en la recolección de las bellotas caídas del carballo, Robustus Robur, y su plantación en uno de los tres viveros que la asociación posee en Santa Margarida. Los “mini-robus que germinan cada primavera son donados por el colectivo y registrados por su nombre, fecha y lugar de adopción en un “Registro de descendientes del carballo de Santa Margarida”. A estos minicarballos se les agrupa en series en función del nombre que reciben que suele estar relacionado con algún tema o personaje del patrimonio cultural. A esta “camada” se la bautizó como “Alter Robur” y pertenece a la serie que se dedicó a homenajear a los antiguos relojes de sol de los monasterios y palacios en los que, hace siglos, el tiempo se organizaba en doce horas que tenían distinta duración.

Los “mini-robus que germinan cada primavera son donados por el colectivo y registrados por su nombre, fecha y lugar de adopción en un “Registro de descendientes del carballo de Santa Margarida”

De los doce “mini-robus” de esta serie de hijos del roble de Mourente, el “Primum Robur” ya crece en la propia zona de Santa Margarida. Además de este “primogénito”, hay ya otro “Undécimun Robur” plantado en Soutomaior y según explicó ayer la Asociación de Vecinos O Chedeiro de Cerponzóns, un tercero “Alter Robur”, se plantará en esta parroquia pontevedresa.

Esther Portela, de Robus Robur, entregó el "hijo" del emblemático carballo al secretario de O Chedeiro, José Esperón, para ser plantado en Cerponzóns.

Esther Portela, de Robus Robur, entregó el "hijo" del emblemático carballo al secretario de O Chedeiro, José Esperón, para ser plantado en Cerponzóns. / FdV

Desde O Chedeiro, que se une y apoya el proyecto, explican que aún quedan otros 9 robles para los que la asociación cultural busca un lugar de adopción. Lo que les gustaría es que cada uno de ellos fuera a parar a otras nueve parroquias pontevedresas para así constituir, con su plantación, “un reloj de sol formado por descendientes del carballo de Santa Margarida” rodeando el municipio de Pontevedra. Desde O Chedeiro, animan a las asociaciones de vecinos y culturales de las parroquias de la Boa Vila a que se animen a participar en esta iniciativa.

Así, el emblemático carballo verá perpetuada su estirpe, quizá manteniendo las propiedades curativas que le atribuían a las aguas cercanas al roble original en tiempos de la lepra, además de ser testigo de acontecimientos históricos a lo largo de más de medio siglo, algunos de ellos trágicos como los asesinatos durante la represión franquista, y resistiendo a plagas, incendios e incluso huracanes. Un carballo que, por su porte, llamó la atención del propio padre Sarmiento o de Castelao.

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