El trabajo que hasta ahora ocupaban muchas horas de la semana a mariscadores y pescadores de la ría de Pontevedra, limpiando el exceso de algas tanto del mar como de los arenales, se realizará ahora gracias dos artilugios ideados y promovidos desde la cofradía de Campelo. Son las “Roombas del mar” –como la definió la patrona mayor de Lourizán, Mari Carmen Vázquez Nores–, gracias a las que las cofradías de Campelo, Lourizán y Raxó extraerán las algas tanto de la playa como de la zona submarina, agilizando notablemente este trabajo sin perjudicar al marisco.
El proyecto impulsado por la lonja de Campelo está financiado por el Grupo de Acción Local del Sector Pesqueiro Local (GALP) Ría de Pontevedra, con las subvenciones de la Xunta de Galicia y la Unión Europea. Se trata de dos sistemas de recogida de algas, uno ideado para el marisqueo a pie y otro a bordo de un barco, con los que se succionan las algas y se empacan, para posteriormente crear abono natural.
Andrés Simón Gómez, técnico de la lonja de Campelo, explica que el nuevo sistema de recogida supone un gran un avance respecto al método que se utilizaba hasta ahora. El aparato diseñado para la playa por la empresa Maquinaria Guerra Golada, dispone de un sistema de sustracción de las plantas marinas que a la vez elimina la mayor parte del agua que contienen y seguidamente las convierte en fardos, para almacenar el residuo resultante. La máquina está remolcada por un tractor.
En cuanto al sistema de recogida en el espacio subacuático, se trata de un mecanismo de succión que no arrastra el fondo y por lo tanto no perjudica al banco marisquero. Según explica el representante de la empresa Demaux, Manuel Dopico, multiplica por cuatro la rapidez de este proceso que antes se hacía a mano. Es capaz de recoger entre cuatro y cinco toneladas de algas a la hora.
Jaime Fernández, gerente de Maquinaria Guerra Golada, apunta respecto al sistema aplicado en tierra que puede recoger hasta 40 toneladas en cuatro horas de trabajo, “lo que antes harían cien personas, como mínimo, en el mismo tiempo”, afirma Fernández Guerra. La empresa fabricó el primer prototipo en 2004 y se ha estado perfeccionando hasta llegar al nivel de trabajo que ahora es capaz de desarrollar.
Estas máquinas tienen un coste cercano a los 160.000 de euros en el caso de la barredora de tierra y de casi 117.000 en la de a bordo.
Toneladas de abono compuesto por algas
La única cuestión que queda por definir respecto al avance que suponen estas máquinas barredoras de algas es el destino de las toneladas de residuos que son capaces de recoger, como explica la patrona mayor de Lourizán, Mari Carmen Vázquez. El Concello de Poio sí está gestionando el aprovechamiento de las algas que se extraen de las playas, pero ahora que la cantidad recogida será mucho mayor confían en contar con el apoyo de otras administraciones y organismos que gestionen este tipo de compost. Vázquez Nores recuerda que el exceso de algas en la costa supone un gran problema para el sector marisquero, ya que causan una gran mortandad de especies.
Las mariscadoras esperan que el Concello de Pontevedra se implique también en este proyecto, “aunque por ahora ni siquiera limpia la única playa que tiene, que es la de A Posta”, critica la patrona mayor. El técnico de la lonja de Campelo, Andrés Simón, indica gracias al apoyo técnico que representan estas máquinas los profesionales del marisqueo se ahorrarán mucho tiempo de trabajo que hasta ahora destinaban a la limpieza de los arenales y del mar.
La lonja de Campelo inició este proyecto con el apoyo de GALP Ría de Pontevedra hace dos años. En el primero se ha ido estudiando el diseño y las posibilidades de los aparatos y en el último año se han estado haciendo todo tipo de pruebas para adaptarlo. Si bien por el momento será utilizado por las agrupaciones de Campelo, Lourizán y Raxó, sus promotores están dispuestos a explicar el sistema a otras cofradías.
