No era la primera vez que los aficionados a los deportes urbanos aprovechaban las horas sin obras para realizar sus piruetas en el nuevo skatepark de la calle Reina Victoria, aún en pleno proceso de instalación. Pero ayer se dio el pistoletazo de salida oficial para utilizar un circuito que ha estado envuelto en cierta polémica, no por el recinto en sí, sino por el hecho de ubicarse en una calle que se cerró al tráfico hace más de dos años y que hasta ahora apenas había pasado de ser una explanada de asfalto.
Apenas minutos después de que el Concello anunciara el final de las obras, con los últimos toques de pintura en el recinto, la zona fue “tomada” por los patinetes, las bicicletas y, sobre todo, los monopatines, entre ellos un grupo de estadounidenses que participan en el Mundial de Lucha de la ciudad y que acudieron al skatepark a disfrutar de sus ratos libres.
Y es que los numerosos aficionados a los deportes urbanos echaban en falta desde hace años unas instalaciones de este tipo, ya que las existentes en Mollavao no son adecuadas. Tras barajarse numerosas ubicaciones, al final “brotaron” en Reina Victoria, si bien el PP ya anunció que volverá a reabrir la calle al tráfico si gana las elecciones, lo que obligaría a levantar los elementos de piruetas.
El gobierno local, por su parte, se felicita porque “el nuevo espacio de ocio y deporte urbano es ya una realidad plena”, que llegó a estrenarse antes de su conclusión, “con una juventud que tomó la zona, incluso antes de estas últimas actuaciones en forma de trabajos de pintado”. Añade que en los últimos días, la pintura del asfalto, necesaria para transformar el suelo de la zona con el fin de permitir un mejor uso de deslizamiento para los skaters por su superficie, se realizó en el tiempo estimado inicialmente (es decir, tres días) “y contó con la suerte de evitar la lluvia que amenazaba con un posible retraso en este último capítulo de la obra”.
Las piezas para las actividades de los jóvenes e instalaron hace unas semanas y también han sido aseguradas aquellas que necesitaban una intervención extra para cumplir su función de estar bien ancladas y soportar un uso continuado.
El nuevo asfaltado “recoge la esencia de la marca institucional del Concello y sus colores, pero más allá de esta función decorativa, sirve también para marcar las entradas y salidas de los elementos sobre los que practica, funcionando como guías visuales sobre el asfalto de forma intuitiva y útil”, señalan las mismas fuentes.
