La temporada de setas, pendiente del cielo

Con las lluvias de este mes han ido saliendo algunos ejemplares, pero la sequía de las últimas semanas y las malas previsiones hacen que las expectativas no sean buenas

Jaime Blanco Dios recogiendo boletus aestivalis y lamnaoa fragrans, ayer en la zona de Campolongo.   | // RAFA VÁZQUEZ

Jaime Blanco Dios recogiendo boletus aestivalis y lamnaoa fragrans, ayer en la zona de Campolongo. | // RAFA VÁZQUEZ / Cristina Prieto

Cristina Prieto

“Si no se reactiva pronto la lluvia, la temporada no va a ser buena. Es lo habitual en los últimos años”, lamenta Jaime B. Blanco Dios, presidente de la Asociación Micológica Brincabois. La campaña de las setas debía estar a punto de empezar, entre finales de septiembre y principios de octubre, con la llegada del otoño y, lo más importante, las primeras lluvias de esta estación, es el momento para que los primeros ejemplares empiecen a surgir y los aficionados disfruten de su variedad y cantidad en diferentes puntos de la comarca.

Las lluvias que hubo este mes no fueron suficientes, aunque sí para que salieran, y aún siga habiendo, algunos ejemplares, “aunque en poca cantidad”. De estos, solamente dos especies comestibles: boletus aestivalis y boletus fragrans (ahora correctamente llamado lamnaoa fragrans).

No solo influye la lluvia en la proliferación de setas, sino también el tiempo meteorológico en general. Por ejemplo, no debe hacer demasiado calor ni viento del Norte para que se mantengan, “y en los últimos días hizo demasiado calor por las noches. Algunos de mis sitios de referencia están vacíos”. Además, Jaime Blanco apunta que “llovió en sitios abiertos, pero debajo de los árboles no, ahí tiene que llover mucho para que entre el agua, por eso muchas especies no han salido”.

En este sentido, comenta que hay algunas especies “a las que puedes engañar con riego” en temporadas de sequía como la actual, pero esto no funciona con todas.

“A mí me gusta valorar la temporada por la diversidad de especies que te encuentras, por eso me parece que el año pasado fue normalito”, comenta Blanco, que también reconoce que “hay mucha gente que solo coge setas para comer, entonces para ellos la temporada pudo ser buenísima porque boletus hubo muchísimos, pero ese no me parece el criterio más adecuado. Hay mucha cantidad de algunas especies, pero de otras nada, o no hay en un período corto de tiempo. Esto hace que la actividad sea algo aburrida”.

Desde hace tiempo viene notando la ausencia de algunas especies, como el boletus pinícola, “no sabemos muy bien por qué no aparece”, y últimamente de los níscalos, porque “les afecta mucho la falta de agua, pero también la desaparición de muchos pinares. Normalmente no hay un único factor que determina esto, sino que es una combinación de varios”.

A pesar de que la temporada no se presenta con grandes expectativas, el presidente de la Asociación Micológica Brincabois confía en recuperar este año su tradicional exposición de setas, que se suele hacer en los jardines de las Ruinas de Santo Domingo, así como las jornadas micológicas, todo ello a finales del mes de noviembre, aunque todavía no hay nada concretado.

Suscríbete para seguir leyendo