En patinete eléctrico, por una vía por la que no pueden circular estos vehículos y bajo los efectos del alcohol y, posiblemente, de las drogas. Así fue como interceptó la Guardia Civil a un pontevedrés de 38 años al que denunció por la vía administrativa. Los hechos ocurrieron rl pasado miércoles, cuando una patrulla del Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra a la altura del km. 2 de la carretera PO-223, vía interurbana, término municipal de Pontevedra, observó a un individuo con un patinete eléctrico, circulando por el arcén, pero en sentido contrario al estipulado y sin hacer uso del casco de protección.

Tras ser identificado, resulta ser un vecino de Pontevedra, de 38 años, el cual muestra síntomas evidentes de estar bajo la influencia de bebidas alcohólicas.

Al realizársele la prueba, esta arrojó un resultado positivo con una tasa de 0,70 mg/l en aire espirado, y positivo también en la prueba indiciaria de drogas, pendiente de confirmación por laboratorio, denunciándole administrativamente por estos hechos.

Desde el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra se recuerda que este tipo de vehículos, considerados de movilidad propia, no pueden circular por las vías objeto de regulación, es decir: por vías interurbanas, travesías, autopistas y autovías que transcurran por poblaciones, así como tampoco por túneles urbanos, aceras y zonas peatonales (salvo si está regulado por los Ayuntamientos y siempre a paso de persona), y a sus conductores se les denunciará con una sanción de 500 euros , así como inmovilización y depósito del mismo. Tienen que cumplir las normas de circulación como el resto de vehículos, por lo que los conductores podrán ser sometidos a la prueba de alcohol y drogas y no pueden hacer uso de auriculares ni teléfono móvil.