El Museo de Pontevedra reactivará la devolución de los dos cuadros polacos que forman el díptico de la Dolorosa y el Ecce Homo expoliados por el régimen nazi. Así lo anunció este miércoles el vicepresidente César Mosquera, que explicó que en los últimos meses la Diputación de Pontevedra ha estado recopilando informes para tener garantía legal de que la entrega se hará a quien corresponda conforme a la ley ante la reclamación de las piezas no solo por parte del Gobierno polaco, sino también por la familia que se considera la propietaria legítima.

Según Mosquera, los tratados internacionales establecen claramente que las piezas deben ser entregadas al estado del que fueron saqueadas y luego, dentro del estado polaco, los interesados deben discutir internamente a quién pertenecen. “Se paró el tema porque no estaba claro que a pesar de nuestra buena disposición pudiera llegar un pleito o un reclamo de devolución. Queríamos cubrirnos las espaldas y ahora sabemos que estamos cubiertos”, dijo el vicepresidente.

Así, se solicitaron informes tanto a los departamentos provinciales de la Secretaría y la Asesoría Jurídica, así como al Ministerio de Cultura y a entidades externas como el despacho de Garrigues Walker. Según la Diputación, estos informes ponen sobre la mesa la devolución al Gobierno de Polonia en cumplimiento de los tratados internacionales y el código deontológico del Consejo Internacional de Museos.

Una vez resuelta la cuestión legal y tras el último informe recibido el pasado martes, el procedimiento para la devolución fue reactivado por la Diputación. Se solicitará autorización para su entrega a la Xunta y al Ministerio de Cultura por tratarse de un bien de servicio público y bien patrimonial, y también se llevará el asunto para su aprobación en el pleno de la Corporación. La intención es realizar la devolución sin compensación económica de ningún tipo.

En el confinamiento

El vicepresidente recordó que la noticia de la identificación del díptico como bien expoliado surgió durante el confinamiento por la pandemia cuando Mariusz Wiśniewski, del Departamento de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y Patrimonio Nacional de Polonia, se puso en contacto con el Museo de Pontevedra. Según la documentación aportada, las dos piezas pertenecían a la Colección Czartoryski de Gołuchów que había sido robada por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.

El Museo detalla que ambos cuadros, tras salir de Varsovia en 1944, reaparecieron en el comercio de arte de Madrid en 1973. Posteriormente, entraron en el Museo como depósito del coleccionista José Fernández López y, desde 1994 eran de su propiedad tras la compra de su colección (313 cuadros por autores y cronologías diversas) gracias a la colaboración de la Diputación, la Xunta y el Concello. El organismo cultural aclara que “no se sabe dónde ni cuándo fueron adquiridos por Fernández López, pero todo parece indicar que pudo hacerlo en alguno de los establecimientos de la familia Maragall, la Sala Parés de Barcelona o la Galería El Cisne de Madrid, de la que era cliente habitual”.

Están valorados en cerca de 23.000 euros cada uno

El díptico se atribuyó inicialmente al pintor holandés Dieric Bouts (1420-1475), principal representante de la Escuela de Lovaina, pero luego se aclaró que fue pintado por alguien de su escuela. Es un buen ejemplo de una tipología de la que se conservan numerosos ejemplares en museos y colecciones particulares, realizados tanto por el artista como por las personas de su taller e imitadores. Su valoración económica ronda los 23.000 euros cada uno, realizándose una estimación sobre la base del precio pagado por toda la colección Fernández López (600 millones de pesetas). Ambos cuadros estarán en el Edificio Castelao expuestos al público hasta su entrega. “Hacemos la devolución con mucho gusto y satisfacción”, señaló Mosquera.