El cáncer de próstata afecta a centenares de hombres en España cada año y que es una de las enfermedades más prevalentes entre la población masculina. El doctor Francisco Ramón García Arroyo, oncólogo del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés, explica las causas y síntomas de esta enfermedad.

– La próstata también tiene su día mundial. Se celebra en el mes de junio con efecto de concienciación, ¿pero realmente se percibe preocupación o todo lo contrario en el ciudadano?

Es un cáncer muy prevalente y la población, en general, tiene familiares o conocidos que tienen o han tenido esta enfermedad. De todas formas hay que diferenciar entre la hipertrofia prostática benigna, que es muy frecuente y que prácticamente todos los varones la van a tener a una edad senil, de lo que es el cáncer de próstata. Creo que la población sí percibe esta cuestión e incluso si nos referimos a términos como el PSA hasta a mucha gente le suene. Hay un reconocimiento como enfermedad bastante común.

– La edad es un factor determinante en los problemas prostáticos?

– Es un factor que hace aumentar exponencialmente el riesgo.

– ¿Se puede prevenir?

No se conoce ninguna terapia preventiva. Lo que sí ha habido es programas de detección precoz. Mediante el antígeno prostático específico, el PSA, para intentar detectar estudios. Incluso algún programa de cribado, pero no se han dado resultados apetecidos porque se llegaba a un sobrediagnóstico y a un sobretratamiento. Muchos varones de una edad avanzada van a tener un cáncer de próstata que puede ser que no requiera de intervención porque es de un lento crecimiento y posiblemente no vayan a fallecer por ello. Por ello los programas de cribado o prevención por PSA no han tenido un impacto importante.

– ¿Cuáles son los síntomas que invitan a pensar en un peligro inminente?

– El paciente que tenga sintomatología prostática, aquello que llamamos nicturia o polaquiuria, que es el ir muchas veces a orinar, lo que tienen que hacer es ir a consulta con su médico de atención primaria y, si el médico lo estima, lo enviará al urólogo que son los especialistas que tratan el cáncer de próstata inicial.

Muchos de estos síntomas están a la par de la hipertrofia benigna de próstata. No se distingue mucho su sintomatología con la del cáncer de próstata, pero sí que conviene consultar aunque luego resulte que es benigno.

– ¿Existe algún componente de carácter hereditario en la probabilidad de padecer cáncer de próstata?

Hay cáncer de próstata hereditario, pero en una mínima cantidad. Casi todos los cánceres hereditarios suponen en torno a un 5% o un 8%. Hay una alteración del gen BRCA2 que puede ser hereditario, pero en el conjunto es un porcentaje muy pequeño. Se relaciona sobre todo con cáncer de ovario o de mama. La mayoría de los problemas de próstata no se heredan, se deben a factores como la edad.

– Otra afección prostática, mucho más común, es la hiperplasia benigna de próstata, que se estima que afecta a más del 50% de los hombres a partir de los 60 años. ¿Es posible prevenir este trastorno?

Es una patología que tratan todos los días los compañeros del departamento de urología. Pero no es posible prevenir. Lo que pasa es que la próstata ha aumentado de tamaño y ejerce una presión anómala sobre la uretra y hace ir al baño muchas veces. Hay tratamientos médicos y quirúrgicos.

– ¿Por qué esta glándula se inflama con el paso del tiempo?

– Son mecanismos de senectud de la propia glándula. Lo mismo que sucede en otros tejidos corporales y se relaciona mucho con la edad. Lo más problemático es a nivel de cáncer es cuando hay pacientes más jóvenes afectados. Son cánceres que si se producen antes de los 60 años suelen tener una mayor agresividad que cuando llegan en edad más avanzada. Tienen distinta biología.

“La supervivencia a este problema es cada vez mayor”

– ¿En cuanto al índice de mortalidad del cáncer de próstata qué puede decir?

– Es un índice bastante bajo. Las curaciones están muy cercanas al 70%. Lo que ocurre es que los oncólogos médicos tratamos el cáncer en fase avanzada, cuando da metástasis y se vuelve refractario. El cáncer de próstata inicial, el que tratan los urólogos, en su gran mayoría cura. A los oncólogos nos llegan los que han ido peor en su evolución.

– ¿El tacto rectal sigue siendo una prueba necesaria o ya se ha sustituido por otra técnica?

– El tacto rectal sigue siendo una prueba fundamental. Ahora se acompaña de otras técnicas como ecografías o resonancias, sobre todo para realizar una biopsia y llegar a diagnóstico.

– ¿Existe algún tipo de rutina preventiva para cuidar el estado de la próstata?

– No existe nada. No hay una forma de cambiar este proceso. Se ha hablado de alimentación, pero no hay una evidencia científica para contrastarlo.

– ¿Cuáles han sido los avances en materia quirúrgica o a nivel de tratamiento?

– Los avances han sido importantes. A nivel de urología, se ha avanzado mucho en la cirugía laparoscópica y en la robótica. Han conseguido cirugías con menos daño, de tal forma que el paciente tiene menos secuelas. Son ingresos más cortos y con menos complicaciones. También han contribuido mucho los avances en radioterapia porque muchos de esos cánceres se tratan con esta técnica o con paraquiterapia. En la parte más avanzada, cuando ha dado metástasis, también ha avanzado la oncología médica en los tratamientos de control. Ya sean de tipo hormonal y en unos nuevos fármacos que actúan sobre el receptor androgénico, sobre el de las células de próstata, y también se ha avanzado en quimioterapia. Entonces ha resultado que la supervivencia al cáncer es cada vez mayor.

“Al ser una enfermedad de tanta prevalencia la industria farmacéutica y la investigación se han implicado mucho”

– Se dice que el andar mucho en bicicleta o las propias operaciones de vasectomía puede hacer que el riesgo de cáncer sea mayor. ¿Es eso cierto?

– Las vasectomías se llevan haciendo mucho tiempo y nunca ha saltado una alarma. Ha habido seguimiento de vasectomizados durante mucho tiempo y nunca ha saltado nada raro. Habría que hacer un estudio prospectivo durante mucho tiempo y eso es muy difícil de comparar. Ha habido teorías que al buscarle la base científica pasa que no se sostienen.

– ¿Cómo estamos de casos en O Salnés?

– En Galicia no hay un registro de tumores. Es difícil decir como andan las zonas en cuanto a afectación e incidencia. No tenemos ese registro que sí hay en otras zonas de España como Tarragona o Zaragoza. Son datos muy significativos, pero aquí no tenemos un registro poblacional y es algo que los oncólogos echamos de menos para poder comparar áreas con otras y buscar la casuística.

– ¿Cuál es el mensaje ante cualquier molestia?

– Si nota sintomatología que acuda al médico de atención primaria y a través de urología llegará el diagnóstico. Y a aquel que tiene diagnosticado un cáncer de próstata que tiene unas buenas posibilidades de curarse en un estadío inicial. Y si está más avanzado, le diría que hay tratamientos muy útiles y que permiten hacer una vida normal con tratamientos de bloqueo hormonal. La perspectiva de este tumor es bastante buena.

– ¿Cree que hay cierto tabú entre los hombres a vigilar su próstata?

– Generalmente se habla menos y tiene una gran incidencia en el hombre. Se habla y se normaliza menos, pero creo que poco a poco se están dando pasos hacia adelante. Se ha hablado menos del cáncer que de la hipertrofia, pero es un campo de la oncología en el que se ha avanzado mucho. Al ser un cáncer de tanta prevalencia, sí que la industria farmacéutica y la investigación se han implicado mucho. No es una enfermedad huérfana en investigación y se está trabajando muy bien en esto.