Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Rafael López Torre nnficha personal | Periodista, investigador y colaborador de FARO

“Una referencia antigua dice que Pontevedra está sobrada de ingenio, cultura y donaire”

FARO lanza la próxima semana el libro “Pontevedra, ciudad encantada”, la cuarta entrega de su serie de artículos “De vuelta y media” en las páginas del decano

Rafael López Torre con el nuevo libro “Pontevedra, ciudad encantada”, en las Palmeras. Rafa Vázquez

“Pontevedra es un pozo sin fondo”, bromea Rafael López Torre después de haber relatado más de 600 crónicas de la intrahistoria de la ciudad desde que comenzó su colaboración con FARO, en 2010. Ahora el periódico decano lanza la cuarta entrega de las recopilaciones de sus artículos “De vuelta y media” , más ampliados y enriquecidos, bajo el título de “Pontevedra, ciudad encantada”. Esta nueva promoción cultural de FARO se presentará el próximo miércoles, 15 de junio, a las 20 horas, en el Liceo Casino de Pontevedra.

–“Pontevedra, ciudad encantada”. ¿Por qué ese título?

–A raíz de una crónica que hice sobre Antonio Hereder, una de las cosas que se decían de él es que siempre que podía en las sobremesas cantaba “Mi Pontevedra amada”, una canción que todos los históricos conocen. Cuando le estábamos dando vueltas al título, yo creo que teníamos 25-30 títulos posibles, eché un vistazo en la canción para ver si en alguna estrofa encontraba algo que me gustara, y ya empieza “mi Pontevedra amada, ciudad encantada, lindo jardín” y me gustó. La palabra “encantada” me gusta porque tiene ese doble sentido, un poco de misterio, de brujería, y de bonita. Y al dibujo de la portada, además, le va muy bien. Es una parte del plano axonométrico de Pontevedra, es toda la Pontevedra antigua que hizo Agustín Portela en alzado.

FARO lanza la cuarta entrega de las recopilaciones de los artículos “De vuelta y media" bajo el título de “Pontevedra, ciudad encantada”. Esta nueva promoción cultural del diario decano se presentará el miércoles a las 20.00 horas, en el Liceo Casino.

decoration

–Después de cambiar en el anterior libro, “Aromas de Pontevedra”, el estilo de la portada, ahora vuelve a un dibujo de Agustín Portela. ¿Por qué?

–Porque me gusta mucho, aunque es muy difícil encontrar lo que pueda valer para la portada de un libro pequeño. La primera crónica del libro es la historia del plano, de cómo lo hizo, y en el interior hay algún dibujo más de él.

–Recoge 59 crónicas. ¿Cómo fue la selección?

–El proceso de selección fue muy difícil, porque cuanto más tiempo pasa, más crónicas tengo, y algunas olvidadas. Empecé con 350 y pegué un sablazo para quedarme en cien. Después las dejamos en 62, pero se tuvieron que quedar en 59, no entraban más.

–¿Reproduce las mismas crónicas que en el periódico? ¿Resiste la tentación de modificarlas?

–Sí, pero en el periódico va todo muy rápido y, sobre todo, adaptado a la plana, entonces cuando en algunas cosas tengo más material y tiempo para hacerlo, como es el caso, creo que hay media docena que están un poco más ampliadas.

Rafael López Torre muestra el libro: "Pontevedra, ciudad encantada" RAFA VAZQUEZ

–¿Tiene alguna preferida?

–Hay una crónica que es especial porque en la presentación del libro anterior yo lancé al público una pregunta sobre un helicóptero que habría aterrizado en la Herrería. Tengo un amigo que estaba emperrado en que le confirmara que esto sucedió cuando él era pequeño por una apuesta que hizo con sus hijos. Le dije al público “si alguno de ustedes sabe algo de esto, que se ponga en contacto conmigo”, y se acercaron dos personas, una de ellas me contó todo con detalle, porque había estado allí, y lo pude localizar en la Colección de FARO y escribirlo con todo detalle.

"Lancé al público una pregunta sobre un helicóptero que habría aterrizado en la Herrería y se acercaron dos personas, una de ellas me contó todo con detalle, porque había estado allí, y lo pude localizar en la Colección de FARO y escribirlo".

decoration

–¿Cómo ha estructurado este libro?

–El libro tiene una estructura de cuatro bloques que le dan peso, lo sujetan muy bien: Intrahistoria, periodismo y memoria; Arquitectura, territorio y urbanismo; Sociedad, religión e industria, y Cultura, ocio y esparcimiento. A partir de ahí, una duda que tuve era con unas crónicas de aspecto religioso, que no las metí en ningún libro porque pensaba que a la gente podía no interesarle, y otro caso es el de las industrias antiguas de Pontevedra, que me parecía una cosa árida. Como estoy acabando, le di vueltas y decidí meterlas en este libro con otras cosas que considero más atractivas, como el aspecto cultural, que en Pontevedra es de lo más rico que hay, y creo que ahí hay unas crónicas que creo que están muy bien, que es un repaso a todos los cafés, cantantes y derivados que hubo en la ciudad, un repaso a todo el siglo XX en ese ámbito, desde lo más antiguo como el Méndez Núñez y la Perla llego hasta el Siroco, que creo que es la crónica más golfa que he escrito en estos doce años sin haber puesto un pie allí (bromea). Es el equilibrio que buscaba entre una cosa y otra. Hay otra serie que está muy bien, que a mí me gusta mucho y era muy difícil de hacer, que son casas significativas de Pontevedra, casas con historia. Desde la casa de San José, la casa del Arco, la casa del notario, la de Valentín Muiños y la de los calzoncillos.

–Y siempre fiel a su estilo.

–El estilo de las crónicas sí varió a lo largo del tiempo. Por ejemplo, siempre había contado historias de Pontevedra, pero nunca de personas; sin embargo, empecé a hacer alguna y ahora ya tengo unas cuantas, pero nunca las he metido en un libro porque las estoy guardando para uno sobre pontevedreses. Escarbando en la historia encontré una referencia antigua que decía que Pontevedra estaba sobrada de ingenio, cultura y donaire, gallardía. Eso, en los pontevedreses de antes, en el pontevedresismo, estaba muy inculcado, y yo he tratado de seguir eso.

–¿Todavía queda mucho que contar sobre la ciudad?

–Pontevedra es un pozo sin fondo, pero estoy acabando la tarea, esto ya ha tenido vida y hay otros proyectos que llevo años aplazando.

“Tengo machacados los libros de Landín e Hipólito de Saa”

–¿Quién firma el prólogo?

–Lo escribió Rafa Latorre, periodista pontevedrés, subdirector del programa de Alsina en Onda Cero y columnista de El Mundo. Los prólogos de los libros anteriores los escribieron amigos personales, esta vez me decidí por él por una cosa curiosa: él firma Rafa Latorre y yo Rafael L. Torre. He trabajado 50 años en Pontevedra y no hay manera de que esté perfectamente definido a día de hoy que yo soy Rafael L. Torre. Para un montón de gente soy Rafael Latorre, Rafael de la Torre… Cuando este chaval empezó a despuntar, me paraban por la calle preguntándome si era yo el que hablaba por la radio o escribía en El Mundo, y últimamente ya me preguntaban si era mi hijo (se ríe).

"Lo que soy es cronista, un género del periodismo, y trato de hacerlo bien, lo mejor que pueda. A parte de eso, me he leído a los cronistas muchas veces, estoy continuamente leyendo a la media docena de cronistas".

decoration

–¿Se considera historiador?

–Es otra cosa que mucha gente me pregunta, si soy historiador, y yo me mantengo en lo mismo, en que soy periodista, tengo formación de periodista y no de historiador, y tampoco pretendo serlo. En este caso, lo que soy es cronista, un género del periodismo, y trato de hacerlo bien, lo mejor que pueda. A parte de eso, me he leído a los cronistas muchas veces, estoy continuamente leyendo a la media docena de cronistas. Sigo mucho a Prudencio Landín, a Rafael Landín, a Hipólito de Saa… tengo machacados esos libros. Me ha dado pena que de toda esta gente buena que escribía muy bien y que es de Pontevedra, que Manuel Blanco Tobío, que fue un periodista nacido en Lérez, director de Arriba, el primer periodista español que estuvo de corresponsal en Estados Unidos, que tuvo formación americana y que en mi época fue director de la Escuela de Periodismo, nunca hizo libros sobre Pontevedra, creo que porque no tuvo tiempo. Siempre hizo libros sobre política internacional, sobre todo, y él hizo el prólogo de “Pontevedra de aquella” de Rafael Landín, y es un prólogo que me encanta, me maravilla, y qué pena que este hombre, que decía que cuando fuera mayor se iba a retirar y venir a Lérez, no lo hiciera.

Compartir el artículo

stats