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Vista aérea de la ría de Pontevedra y el Puerto de Marín. | // NOÉ PARGA

La falta de un punto de vertido para los dragados paraliza proyectos clave para cofradías y puertos

Actuaciones en radas de interés general como Marín o Vilagarcía están pendientes de nuevas ubicaciones para depositar los sedimentos de las obras, al igual que el canal del Lérez o mejoras del calado en Combarro

Solo en Galicia existen un total de 14 puertos pesqueros gallegos de titularidad autonómica que requieren de dragados periódicos con una frecuencia menor a los diez años para mantener su operatividad. Entre ellos están, por ejemplo, los de Bueu o Cesantes. Pero es que el resto de las radas también requieren de actuaciones de mejora de su calado, no tan periódicas, pero sí imprescindibles para desarrollar su actividad. Uno de los últimos dragados que se llevó a cabo en la ría de Pontevedra fue el del muelle de Campelo. Sin embargo, son evidentes los problemas de calado en otros como el de A Chousa, en Combarro, así como instalaciones náuticas y deportivas como es ya conocido el caso del Club Naval de Pontevedra, con dos pantalanes casi inutilizados.

Los dragados son también fundamentales en las actuaciones de mantenimiento y en las nuevas obras que están previstas en los puertos de interés general. Vilagarcía y Marín, que intentan ganar competitividad con proyectos que les permitan ganar calado, tienen también en marcha proyectos de importancia que precisan de la realización de dragados y el consiguiente depósito de sedimentos en el mar.

Justo hace un año que se decretó la prohibición de vertidos en el punto de depósito cercano a Sálvora sin que todavía se haya aprobado una alternativa

Pues todos estos proyectos están parados o se han ralentizado desde que en abril del pasado año el Ministerio de Transición Ecológica decretase el cierre de uno de los puntos de vertido autorizados hasta este momento para los dragados en la zona de las Rías Baixas. Se trata del área situada al oeste de Sálvora y que iba a ser el lugar designado como alternativa para depositar los sedimentos del río Lérez procedentes de su dragado. Tras la supresión del punto de vertido de Tambo, la elección de este lugar en alta mar –que se viene utilizando desde hace décadas– levantó una enorme polémica entre asociaciones ecologistas y marisqueras de la ría de Arousa. El revuelo llevó al Ministerio a cerrar el que era uno de los principales puntos de vertido de áridos procedentes de las rías de Arousa y Pontevedra.

Muelle das Corbaceiras en Pontevedra con marea baja.

Una de las consecuencias de este cierre fue que se agudizó todavía más la parálisis del sempiterno proyecto del dragado del Lérez, que no solo permitirá recuperar calado al Club de Mar, sino que es clave para regenerar bancos marisqueros del fondo de la ría, como recuerdan los patrones mayores de San Telmo, Raxó y Lourizán.

Raxó ha solicitado el dragado del muelle de A Chousa, con dos pantalanes afectados, pero sin respuesta

Además, también impide la realización de nuevas actuaciones. Por ejemplo, la cofradía de Raxó solicitó el dragado del muelle de A Chousa, en Combarro, que tiene dos pantalanes “casi en dique seco”. “Nosotros lo hemos planteado hace tiempo a Portos y ya no obtuvimos ni respuesta”, explica el patrón Iago Tomé. “Seguimos a la espera de que nos digan si hay un nuevo punto de vertido para el más importante, que es el del Lérez”, confirma, “pero no hay avances”. “Nos dicen que se están estudiando alternativas”, pero aún no hay solución definitiva.

Unanimidad en los Puertos

La situación no solo preocupa a las cofradías. Los presidentes de las autoridades portuarias del noroeste peninsular, en una reciente reunión en Gijón ya advirtieron de la necesidad urgente de que se autoricen nuevos puntos de vertidos para los dragados. El presidente del Puerto de Marín, José Benito Suárez Costa, insistía en esta misma necesidad ante el presidente de Puertos del Estado, en la reciente visita que Álvaro Rodríguez Dapena realizó a la rada marinense. No hay que olvidar que la Autoridad Portuaria tiene en marcha proyectos y obras clave como la ampliación del Nuevo Muelle Comercial de Marín o el aumento de calados en la zona comercial. Dos obras que cuyo inicio estaba previsto para este mismo año y que permitirían atraer nuevos tráficos con barcos más grandes (incluso aquellos que cruzan el canal de Panamá) y también introducir a Marín como destino grandes cruceros, dado que ahora mismo es el único puerto gallego que no recibe buques de pasaje de gran tonelaje.

Como ya se apuntó, todos los puertos de interés general del noroeste peninsular coinciden en esta necesidad de establecer puntos de vertido para los dragados. Vilagarcía, por ejemplo, también incidió en esta misma cuestión ante el presidente de Puertos del Estado. Allí se mantiene paralizada la tramitación ambiental de otra importante obra como es el dragado del canal de entrada a las dársenas. La Xunta, a través de Portos de Galicia, está buscando alternativas para señalar posibles nuevos puntos de vertido, entre ellas reabrir el polémico de Sálvora, tras realizar una serie de estudios analizando el comportamiento de los depósitos realizados procedentes de los últimos dragados autorizados. En todo caso, insisten que la última palabra está en manos del Ministerio de Transición Ecológica.

La guerra y el paro del transporte se dejan notar en los tráficos de Marín en el inicio de año


El inicio de 2022 arranca con nuevas dificultades para el Puerto de Marín por causas ajenas a la rada. El balance tráficos de los dos primeros meses del año dejan una caída del 33% en los dos primeros meses del año respecto a 2021. Han sido, en lo que va de 2022, un total de 251.507 toneladas, frente a las 376.542 del año anterior. La principal causa de este descenso es la reducción del tráfico los graneles sólidos, uno de los puntos fuertes del Puerto, con casi un -65%, al pasar de 188.498 toneladas de enero y febrero de 2021 a las 66.355 de este año. Cabe recordar que el paro del transporte afectó especialmente a este tipo de graneles y que Ucrania es, además, según los balances anuales, uno de los principales países de origen de estos tráficos. Por el contrario, la mercancía en contenedores subió un 11%, ya que de 75.474 toneladas aumentó a 83.865. Marín también fue el único puerto gallego en el que las exportaciones no fueron superiroes a los niveles prepandemia.

Prevén electrificar el ramal ferroviario al puerto

Otra de las cuestiones que se trataron en ese foro en Gijón en el que se reunieron los presidentes de las principales autoridades portuarias de Asturias y Galicia fue la necesidad de mejorar la intermodalidad de los puertos y, sobre todo, no perder el tren de las conexiones con los principales corredores ferroviarios. Dentro de esta mejora de las infraestructuras ferroviarias, Marín es una de las radas que prevén en el futuro electrificar el ramal ferroviario y seguir mejorando las prestaciones. No en vano, el propio presidente de Puertos del Estado destacó en su última vista a Marín como uno de los principales enclaves de todo el sistema portuario estatal en utilización porcentual del ferrocarril con respecto a su tráfico global de mercancías, lo que le sitúa además como líder en intermodalidad buque-ferrocarril en Galicia. El presidente del Puerto de Marín, Benito Suárez Costa explicó la importancia que tiene este servicio para clientes de toda la Península ya que por Marín entran y salen diariamente por ferrocarril mercancías tan variadas como graneles agroalimentarios, bobinas de chapa de acero, madera, cemento o contenedores. La terminal ferroviaria del Puerto que cuenta con 7.000 metros de vías y capacidad para la realización de varias composiciones.

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