El bajo de la ferretería Varela, en la plaza de Curros Enríquez, se abrirá para convertirse en una terraza asoportalada. Será la primera sorpresa en la metamorfosis de este edificio tan singular para transformarse en la futura y moderna churrasquería que proyecta el chef estrella Michelin Pepe Vieira. Ubicado en pleno camino de Santiago, se trata de todo un tesoro del patrimonio comercial de la ciudad aún por descubrir: techos de 7 metros, un gran lucernario, suelos de hormigón y castaño...“Es algo único”, reconoce el cocinero, un espacio de los que ya no quedan en la ciudad.
La futura terraza bajo soportal servirá de antesala a las otras dos zonas para clientes las que dispondrá el local. A continuación y también en el bajo, se situará un espacio de mesas altas para las cañas y el tapeo. Por su parte, en la entreplanta se ubicarán las cocinas, que los comensales podrán ver mientras acceden a la planta noble, donde funcionará el restaurante.
La futura terraza bajo soportal servirá de antesala a las otras dos zonas para clientes las que dispondrá el local. A continuación y también en el bajo, se situará un espacio de mesas altas para las cañas y el tapeo
Esta primera planta, un gran espacio con vistas tanto a la plaza de Curros Enríquez como a la calle San Román, será otra de las sorpresas del edificio. Conserva las mamparas de madera y vidrio que separaban las oficinas, así como los suelos y escaleras de castaño y las ventanas originales, que el proyecto de transformación prevé ahora restaurar y conservar.
En la planta noble, un gran espacio con vistas tanto a la plaza de Curros Enríquez como a la calle San Román, se conservan las mamparas de madera y vidrio que separaban las oficinas, así como los suelos y escaleras de castaño y las ventanas originales
También se conservarán “los mostradores y estanterías de castaño”, explica el chef, “en general se recuperará todo el mobiliario”.
Suelos que combinan hormigón y juntas metálicas, estanterías enormes para almacenar grandes piezas que se hacían mover mediante poleas… Son otros de los elementos que dan carácter al gran espacio que será el restaurante.
El edificio permanece parcialmente tapiado, en concreto toda la fachada hacia la calle San Román, que se destapará durante la obra. Ésta también permitirá dar visibilidad al lucernario central y a los impresionantes techos y escaleras de madera.
Actualmente el edificio permanece parcialmente tapiado, en concreto toda la fachada hacia la calle San Román, que se destapará durante la obra. Ésta también permitirá dar visibilidad al lucernario central y a los impresionantes techos y escaleras de madera.
La previsión es que la obra se prolongue durante unos 9 meses. Se encuentra en fase de tramitación de licencias y Pepe Vieira confía en principio en inaugurar su nuevo restaurante en la ciudad (que se sumará a La Ultramar) en el plazo aproximado de un año
La previsión es que la obra se prolongue durante unos 9 meses. En estos momentos se encuentra en fase de tramitación de licencias y Pepe Vieira confía en principio en inaugurar su nuevo restaurante en la ciudad (que se sumará a La Ultramar, en el Edificio Sarmiento del Museo) en el plazo aproximado de un año.
La futura churrasquería Varela (ya que conservará el nombre comercial original de la familia propietaria) será un asador muy especial. “Será efectivamente una churrasquería, pero sublimada”, avanza el chef, llevada a un concepto más moderno. “Daremos tres pasos atrás”, explica Pepe Vieira, “y por ejemplo solo utilizaremos fuego, leña, brasa y carbón, sin gas ni electricidad”, en una vuelta a los asados más tradicionales y singulares.
Será una churrasquería actualizada, pero manteniendo el modelo de restaurante de familia, asequible, “al que pueda ir todo el mundo y todo el tiempo, no algo exclusivo. En las churrasquerías todo el mundo se siente cómodo”, señala el chef
El estrella Michelín reconoce que siempre quiso contar con una churrasquería. “Por varios motivos: porque es algo tremendamente gallego, nos parece que, al igual que en el caso del nombre del edificio, si es un concepto que funciona y que a la gente le gusta por qué no replicarlo. Lo modernizaremos, eso sí, le daremos una vuelta”, pero manteniendo, avanza, el modelo de restaurante de familia, asequible, “al que pueda ir todo el mundo y todo el tiempo, no algo exclusivo. En las churrasquerías todo el mundo se siente cómodo”.
Pepe Vieira se enamoró del edificio “nada más verlo” y tras madurar el proyecto durante más de un año se propone que Varela “recupere lo que siempre ha sido, un emblema de la actividad comercial de la ciudad”.