La fachada de la Casa Consistorial de Pontevedra lució ayer el color verde en el Día de Concienciación de la Enfermedad de Perthes, una patología de origen desconocido que necrosa la cabeza del fémur. Se trata de una dolencia rara, que afecta a 1,5 de cada 10.000 niños y se presenta más en varones –de edades comprendidas entre los tres y los doce años– que en mujeres.