Los hosteleros de Pontevedra temen que las nuevas medidas terminen por reducir los aforos en interior

El centenar de socios de Hoempo aseguran no sentirse representados en la reunión con la Xunta sobre la exigencia del certificado COVID

Interior del restaurante Borona en el casco histórico de Pontevedra, ayer a mediodía. |   // RAFA VÁZQUEZ

Interior del restaurante Borona en el casco histórico de Pontevedra, ayer a mediodía. | // RAFA VÁZQUEZ / Ana López

Las nuevas medidas acordadas entre la hostelería y la Xunta de Galicia el pasado lunes, en una reunión en la que se decidió que el certificado COVID será obligatorio a partir del puente de la Constitución (a principios de diciembre) para acceder a restaurantes durante todo el día y en bares y cafeterías a partir de las nueve de la noche, no han gustado demasiado a la asociación de Pontevedra, Hoempo. El cerca de un centenar de socios aseguran que no se han sentido representados, ya que no fueron invitados al encuentro ni se les consultó su opinión. Temen, básicamente, que este sea el primer paso para una nueva reducción de aforos en interior.

“Son acuerdos a los que llega gente que no representa a nadie. Hoempo no estaba en esa reunión y nos hemos enterado por la prensa. El malestar entre los asociados es muy grande”, asegura Antonio Fernández, uno de los portavoces del colectivo, que aglutina a hosteleros de Pontevedra, Poio y Marín.

“Lo normal es que representantes de cada asociación hubieran trasladado sus propuestas y acuerdos a la plataforma del sector a nivel gallego. Fueron tres personas que han hablado por el resto sin tener ninguna reunión previa con las federaciones”, manifiesta, y añade que en la plataforma autonómica son cerca de 4.000 profesionales.

“La hostelería es demasiado heterogénea como para reducir todo a ciertos parámetros"

Antonio Fernández

— Portavoz de Hoempo

“Ese es el grave problema, que hay una plataforma que habla en nuestro nombre porque se dice de ámbito provincial, pero a nosotros no nos han preguntado nada”, afirma en referencia a la Federación de Hostelería de Pontevedra (Feprohos).

Los hosteleros de Pontevedra no entienden que se vaya a pedir el certificado COVID a una población que está vacunada en el 94% de los casos. “Es un paripé, porque si solo estuviera vacunado el 50% tendría sentido, pero así...”, reflexiona Antonio Fernández.

“No tiene mucho sentido solo porque haya unos pocos que no estén vacunados. Si quieren obligar a la gente a vacunarse, habría que adoptar otras medidas. Nosotros estamos ya muy cansados, porque al final todo viene siempre de vuelta al sector de la hostelería”, se lamenta, expresando el sentir de la mayoría de los asociados de Hoempo.

Lo que más les duele es que “las irresponsabilidades de algunas personas en su ámbito privado nos vuelvan a pasar factura”.

Cenas y comidas navideñas

En cualquier caso, no consideran que peligren las comidas y cenas de Navidad, tanto familiares como de empresa o amigos, ya que las limitaciones se refieren a comensales por mesa. Desde el puente de la Constitución serán de un máximo de ocho en interior a 15 en exterior.

“Obviamente, la distribución ya se hace en mesas más pequeñas. Para una cena de empresa de 30 personas pones cuatro mesas de ocho y problema resuelto”, aclara.

Expresan sí su temor a que este sea el primer paso para una nueva reducción en los aforos.

“El miedo de la mayoría de nosotros es que al final se van a limitar los aforos”, reconocen.

“El miedo de la mayoría de nosotros es que al final se van a limitar los aforos”

“La hostelería es demasiado heterogénea como para reducir todo a ciertos parámetros. No es lo mismo una cafetería que tiene su mayoría de espacio de servicio en exterior que otra que solo tiene dos o tres mesas fuera”, apunta.

Actualmente, la hostelería cuenta con aforos del 100% tanto en interior como en terrazas y se permite el consumo en barra. El horario máximo de cierre al público es hasta la 1 de la madrugada. En las noches de viernes a sábado y de sábado a domingo es hasta la 1.30 horas máximo.

Para el ocio nocturno, el horario de cierre es a las 4 de la madrugada o 4:30 en fines de semana, mientras que para las salas de fiestas o discotecas, a las 5 de la madrugada. El acceso de los clientes es con presentación de un certificado COVID o de prueba diagnóstica PCR negativa en las últimas 72 horas anteriores o 48 horas en el caso de tests de antígenos o recuperación de una infección diagnosticada en los últimos seis meses.

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El empeoramiento de la situación de la pandemia en el área sanitaria es generalizado. Por un lado no dejan de aumentar los casos activos y son ya 246 los infectados en Pontevedra y O Salnés, según el Sergas. En solo 24 horas se produjo casi una treintena de contagiados más.

Es el municipio de Pontevedra uno de los más afectados, con 81 enfermos activos, ya que en las dos últimas semanas se han detectado 77 casos nuevos y en una semana, 49.

Le sigue el concello de Forcarei, con 18 positivos a una semana vista y 36 en dos semanas.

En la zona de O Salnés, destaca Vilagarcía de Arousa, con 18 contagios en 14 días, pero también Sanxenxo, con 12 en el mismo período de tiempo.

Por otro lado, comienza a preocupar que en plena campaña de la gripe aumenten los hospitalizados por COVID, como así está siendo. Tal y como informaron ayer fuentes del Sergas, hay siete personas ingresadas: cuatro en el Hospital Montecelo, una en el de O Salnés y otra en el QuirónSalud Miguel Domínguez. A ellas hay que sumarle otro paciente en la Unidad de Cuidados Críticos de Montecelo.

Avance de la vacunación  

Y todo ello mientras avanza a buen ritmo la campaña de vacunación, tanto en el grupo de 80 a 89 años como en el de 70 a 79, ambos con la tercera dosis contra el coronavirus.

La previsión para hoy es que en el “vacunódromo” de Campolongo se administren vacunas a 2.000 septuagenarios en horario de mañana y tarde, así como a otros 650 en la Antigua Comandancia de la Marina de Vilagarcía de Arousa.

Se está terminando, asimismo, con los octogenerios que recibirán esta dosis de refuerzo a domicilio. Se trata de personas con incapacidad que no pueden trasladarse a los centros de salud.

Asimismo, la Consellería de Sanidade anunció ayer que se comenzará con la vacunación de refuerzo de las personas de 60 a 69 años en cuanto se termine con el rango anterior.

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