La casualidad ha querido que justo cuando una organización ecologista internacional como WWF cuestiona la sostenibilidad del sector bateeiro gallego, los productores pusieran en marcha un nuevo proyecto tendente a la eliminación de basura marina y la preservación medioambiental.

Ellos, los mejilloneros, como los pescadores y mariscadores, son los más interesados en mantener la calidad de las aguas, ya que sin esa garantía el trabajo de la pesca, el marisqueo y la acuicultura acabará muriendo, más pronto que tarde.

De ahí que la DOP Mexillón de Galicia luchara por el “sello azul” de la MSC, hasta que decidió dar un paso al lado y prescindir del mismo, alegando su Consello Regulador que lo hacía por sentirse víctima del “chantaje” y las “coacciones” de WWF.

Y de ahí, también, otros muchos proyectos desplegados en los últimos años por el propio Consello Regulador, las cofradías de pescadores, agrupaciones de marisqueo, Consellería do Mar, Diputación de Pontevedra, ayuntamientos y entidades privadas, tales como el “Acuieco”, el “Gestinmer”, “CleanAtlantic”, “MarLimpo” y tantos otros.

A ellos se suma, como queda dicho, la nueva baza de los bateeiros, en este caso con el título de “Amecomar” y jugada por la sociedad cooperativa Amegrove, con sede en Porto Meloxo.

Es una de las entidades históricas y más representativas de la acuicultura gallega, y en esta ocasión se alía, para conseguir sus objetivos, con el Concello de O Grove y la asociación de ayuda a personas con autismo, BATA.

Como ya se informó en ocasiones anteriores, han decidido unir fuerzas para colaborar en esta nueva búsqueda de la sostenibilidad, en este caso concreto, recogiendo basura marina, depositándola en la jaula habilitada al efecto en el muelle de Meloxo y propiciando su eliminación posterior a través de un gestor autorizado.

Eso sí, dando siempre prioridad al reciclaje de la mayor parte posible de esos residuos.