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La cifra de familias en riesgo de desahucio en la comarca se mantiene en 15 pese a la pandemia

La dificultad para acceder a una hipoteca encarece el precio de los alquileres, alerta la PAH de Pontevedra | La Sareb oferta 14 inmuebles en la zona, la mitad de ellos en Sanxenxo

Una familia participa en la cacerolada contra los desahucios celebrada durante el confinamiento Gustavo Santos

La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Pontevedra mantiene en activo 15 casos con personas que están en riesgo de desahucio por no poder pagar las letras de sus viviendas o las cuotas del alquiler. La cifra se mantiene respecto al año pasado, cuando se declaró la pandemia, que a nivel económico ha dejado gravemente “tocadas” a millones de familias en toda España.

Pese a que la previsión era de que se iban a disparar los lanzamientos, por el momento en la comarca de Pontevedra no se ha registrado un aumento de casos, aunque los efectos de esta crisis económica todavía podrán hacerse notar en lo que queda de año e incluso en el próximo 2022.

En pleno confinamiento por el COVID, la ciudadanía en general participó en una cacerolada desde sus ventanas para exigir a los bancos que devolviesen los más de 60.000 millones de euros recibidos de las arcas públicas para su rescate. Y lo golpearon su menaje de cocina protestando también contra los desahucios.

“La moratoria de los desahucios más o menos se respetó, pero eso fue por zonas, porque intervinieron los juzgados. En pleno confinamiento duro en la zona del Levante se siguieron produciendo. Por ahora en la zona de Pontevedra la situación está relativamente tranquila y tenemos los casos controlados”, asegura María Fernández, una de las portavoces de la PAH a nivel local.

“La cifra de casos que llevamos ahora ha bajado porque la gente que ya tenía que ser desahuciada ya lo está. No es que la situación mejore, sino que cada vez queda menos gente para desahuciar que va cayendo por el camino. No hay mejoría, es que ya se han caído”, destaca.

Más restricciones

Uno de los principales problemas con los que se encuentran las familias es que el acceso a las hipotecas es mucho más difícil, lo que provoca que los alquileres, a su vez, se encarezcan.

“Ahora no te dan una hipoteca como antes, son más restrictivos. Esto genera un problema de vivienda porque la gente necesita vivir en algún lado. Hay un problema muy grave en este sentido”, considera la portavoz de la PAH.

Esto provoca que desde la plataforma sigan recibiendo numerosas consultas para conocer sus derechos. “La diferencia ahora respecto a hace unos años es que la gente ya está más informada cuando llega a nosotros”, matiza.

Por otro lado, subraya que esta dificultad en el acceso a la vivienda no se resolverá con la construcción de vivienda de protección oficial, especialmente destinada a alquiler.

“Nosotros sobre esto siempre decimos que ahí está la Sareb, que es el ‘banco malo’, con un capital nuestro del 95%, que tienen tres millones y medio de viviendas vacías. No hace falta gastar dinero en construir más, solo habría que coger esos tres millones y medio y ponerlas a disposición del público, porque ya son nuestras y forman parte del rescate bancario”, informa.

“Solo hay que sacar una ley al respecto sobre esas viviendas habitables. No hay un problema de vivienda, sino de distribución”, añade.

En este sentido, indica que “no les interesa porque saben que los precios se tendrían que bajar”. “La Sareb, que es un banco público, está actuando como una entidad privada. Es un absurdo”, se lamenta.

Actualmente en la comarca de Pontevedra la Sareb cuenta con 14 inmuebles, la mayoría de ellos ubicados en el municipio de Sanxenxo, siete. Los otros siete se reparten entres Poio, tres; Barro, dos, y a Lama, uno. La comercializadora más habitual en estos casos es Servihabitat. No figura ningún inmueble en el concello de Pontevedra.

“Se quedaron con mi casa por deber menos de 500 euros”

“Mi vivienda sigue vacía a día de hoy. A mí me desahuciaron en 2010 por deber un mes y medio de hipoteca”. Son palabras de María Fernández, una afectada por la hipoteca y portavoz de la PAH de Pontevedra. “Cuando tuvo lugar mi desahucio la PAH no existía y en el juzgado me dijeron que recogiese mis cosas y me fuese”, recuerda. “Se quedaron con mi casa por deber menos de 500 euros, lo que me salvó es que no tenía hijos”. Confiesa que fue un proceso muy duro, sobre todo por el acoso “tan brutal de los bancos”. “Por lo menos ahora esto ha cambiado, pero antes era muy diferente. Yo, a día de hoy, si me llaman por teléfono y no conozco el número tengo un pico de ansiedad, incluso diez años después”, dice. Actualmente vive de alquiler, “porque no creo en la compra”. “Me quitaron la casa pero sigo debiendo dinero porque diez años después sigo arrastrando ese problema. Ellos el arma con la que siguen jugando es el miedo, pero yo no les tengo miedo”, concluye.

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