Las profesoras cambian el mundo

Las profesoras aman a los niños (más) débiles. Por eso son profesoras. Sin éxito, intenté con mis pocas armas llamar la atención de la mía, concentrada en el niño huérfano, igual que los alumnos del IES Sánchez Cantón intentaban con poco resultado llamar la atención de Charo Sánchez Gabriel, ocupada oportunamente de personas con más esfuerzo y carácter.

Y es que Charo ya llevaba años de profesora. Entró en uno de los institutos de referencia de la Boa Vila para dar clases de inglés, pero el cáncer poco a poco le fue contando que no tenía voz con la que llamar al orden, así que se centró en la biblioteca. “La convirtió en el refugio de todos”, recuerda su compañera y amiga Belén Herrero, profesora de Lengua y Literatura, que explica que fue una excelente profesora pero, sobre todo, una enamorada de los pequeños.

Hasta su muerte en 2019 tuvo el mismo entusiasmo por los niños que por el trabajo. Y los premios fueron cayendo en los siguientes años: el Ministerio de Educación la galardonó por su proyecto de dinamización de las bibliotecas de Secundaria, por su innovación educativa, por sus buenas prácticas en la biblioteca... Hasta obtener el Premio Nacional de Educación. En paralelo, lograba entrar en Abalar, un plan que sustancia la estrategia para la integración plena de las TIC en la práctica educativa de Galicia.

“Era una enamorada de la tecnología”, recuerdan sus amigas, “pero sobre todo una entregada de modo absoluto a los niños, dispuesta a enseñar todo, cualquier cosa, a resolver problemas, ayudar con los trabajos o hacer fotocopias, lo que fuese ese día en concreto con tal de garantizarles hasta donde fuese posible una mínima igualdad de oportunidades”.

Su marido, Humberto, también profesor del IES Sánchez Cantón. y sus dos hijas acompañaron ayer a un nutrido número de profesores y ex alumnos en el debut de la biblioteca Charo Sánchez Gabriel en el IES Sánchez Cantón, una oportunidad para recordar que nos merecemos a profesoras como ella, capaces de cambiar el mundo.

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