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Así funciona el robot quirúrgico Da Vinci en Montecelo

Sela Otero junto a un cirujano que manipula el Da Vinci en una intervención en Montecelo. FdV

Los quirófanos del Hospital Montecelo ya han estrenado el nuevo avance tecnológico que el Sergas está implantando en los diferentes hospitales gallegos: el robot Da Vinci, el instrumento quirúrgico más sofisticado que existe dada su importante mejora de la precisión y que, como consecuencia, ofrece unos mejores resultados y una mayor seguridad para el paciente frente a otras técnicas quirúrgicas.

Las primeras intervenciones que se han llevado a cabo con este sistema de cirugía robótica en Pontevedra estuvieron vinculadas al servicio de Urología del Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra (CHOP) y en palabras de los profesionales han resultado “todo un éxito”. En concreto, la primera de las operaciones se efectuó ya el pasado 20 de julio y todas ellas estuvieron relacionadas con la extirpación de próstata en pacientes oncológicos.

Es precisamente desde uno de los quirófanos de Montecelo, desde donde Sela Otero, una de las profesionales que ya ha probado esta tecnología puntera explica cómo es su funcionamiento y cómo está resultando para su equipo su implantación en el hospital.

Gracias a este instrumento, el cirujano dispone de una mayor precisión y se consiguen minimizar los riesgos

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Así, esta enfermera de Urgencias de quirófano comenta que en las primeras intervenciones realizadas con el nuevo sistema quirúrgico ya han podido comprobar sus múltiples ventajas frente a otro tipo de técnicas. En este sentido, Otero destaca que “gracias a este instrumento, el cirujano dispone de una mayor precisión a la hora de llevar a cabo la operación, con movimientos que la cirugía laparoscópica no permite, por ejemplo. Y esto conlleva a que se consiguen minimizar los riesgos, de manera que se evitan desgarros en los tejidos, entre otros, y esto se traduce en una recuperación más rápida para el paciente”.

Asimismo, esta profesional de enfermería indica que, además de la reducción del sangrado y la facilitación de la intervención en zonas de complicado acceso para el cirujano, gracias a la visualización en 3D y al tamaño en miniatura de los instrumentos, “la visibilidad es superior en comparación con otras técnicas, de manera que se pueden llevar a cabo operaciones con mayores garantías”.

En este sentido, la ventaja que ofrece el robot Da Vinci es que los profesionales podrán abordar a partir de ahora en el hospital pontevedrés intervenciones más complejas, eliminando los efectos secundarios de la cirugía abierta tradicional y mejorando sustancialmente la cirugía laparoscópica.

Mayor trabajo en equipo

Sela Otero lleva 20 años trabajando en el área sanitaria de Pontevedra-O Salnés y desde que se incorporó al equipo de quirófano de Montecelo como enfermera de Urgencias ha participado en diversas operaciones, principalmente relacionadas con las cirugías de próstata. Apunta que “lo que podemos hacer con el Da Vinci ya no tiene nada que ver con aquellas cirugías abiertas, pero a pesar de que está a años luz, es cierto que el haber pasado por otro tipo de técnicas previamente te aporta un bagaje que de otra forma no tendrías”.

Si bien es cierto que en el tejido hospitalario cada profesional es imprescindible, uno de los aspectos en los que hace especial hincapié Otero es que “con esta técnica todavía es más importante el trabajo en equipo de los profesionales que participan en la cirugía. Habitualmente ya es fundamental que exista este trabajo en equipo, pero con el Da Vinci más si cabe”.

En relación a esta cuestión, esta enfermera de quirófano del Hospital Montecelo explica que para manejar el nuevo instrumento quirúrgico Da Vinci es necesaria la presencia de dos cirujanos, dos profesionales de enfermería, un auxiliar y un celador, además del facultativo especialista en Anestesiología y Reanimación.

Con esta técnica todavía es más importante el trabajo en equipo de los profesionales que participan en la cirugía

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Por otra parte, Sela Otero destaca que no se puede hablar de la puesta en marcha de esta nueva tecnología sin hacer referencia al papel que juega el colectivo profesional al que pertenece: la enfermería. Así, esta profesional de quirófano indica que “al igual que en el resto de especialidades, la enfermaría tiene una función muy importante en este caso, desde preparar el instrumental para el anestesista hasta llevar a cabo la programación del robot quirúrgico, de lo cual nos ocupamos nosotras. La enfermera es la que se encarga del material, de limpiarlo y esterilizarlo, y aquí es una tarea todavía más importante porque estamos hablando de un material más delicado que el habitual. Por otra parte, en otro tipo de intervenciones también podemos ocuparnos de pequeñas suturas”.

Para poder manejar el robot Da Vinci, los profesionales han recibido formación específica sobre su modo de uso, según afirma Otero, quien también apunta que el Sergas les facilitó un contacto con personal de la marca del instrumento para obtener unas pautas básicas sobre su funcionamiento.

Cabe destacar que el sistema quirúrgico Da Vinci está compuesto por una consola de diseño ergonómico para el cirujano con un sistema de visualización de alto rendimiento en 3D, una camilla con cuatro brazos robóticos que reproducen exactamente e incluso mejoran los movimientos de la mano del cirujano y se equipan con un instrumental miniaturizado extremadamente preciso, de manera que el profesional se sitúa frente a la consola y maneja los mandos del robot.

La enfermaría tiene una función muy importante porque llevamos a cabo la programación del robot quirúrgico

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Hasta la fecha, el Da Vinci tan solo se ha empleado en Pontevedra en cuatro intervenciones programadas de la especialidad de Urología, el único servicio que en la actualidad cuenta con la autorización del Sergas para hacer uso de este robot quirúrgico. Así, dichas operaciones son realizadas de momento por un único urólogo hasta que este finalice su aprendizaje por completo, y una vez terminado se sumará el siguiente profesional.

Durante el próximo mes de agosto, los profesionales mantendrán esta técnica en “stand-by” y será a partir del mes de septiembre cuando se haga extensivo a otras especialidades del Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra, de manera que otros servicios hospitalarios del área sanitaria se podrán beneficiar de las ventajas que ofrece.

A medida que los profesionales de los hospitales pontevedreses vayan conociendo este nuevo sistema quirúrgico más en profundidad, se espera que los tiempos de las intervenciones puedan llegar a reducirse de forma considerable con respecto a la laparoscopia, aunque de momento, tal y como cuenta Sela Otero, “todavía estamos en proceso de adaptación”.

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