El puente de San José arrancó ayer en Sanxenxo, el principal destino turístico en las Rías Baixas, con numerosos controles por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para vigilar que se cumple con la normativa tanto autonómica como estatal en relación a las medidas sanitarias para evitar una mayor propagación del coronavirus.

Durante todo el viernes, diferentes patrullas vigilaron los accesos a la villa requiriendo la documentación a los conductores para conocer su lugar de procedencia. Los controles se situaron en la rotonda de Poio anterior a la playa de Areas, pasando Raxó; y a la salida de la vía rápida a Sanxenxo.

Aunque la mayor afluencia de visitantes se esperaba para la jornada de ayer, los controles de la Guardia Civil comenzaron en la víspera del festivo. El jueves ya se comenzó a parar tanto a turismos como a autobuses, pues los viajes en grupo organizados para hacer excursiones tampoco están permitidos debido a las limitaciones de no convivientes en las reuniones sociales.

A pesar de que la normativa es clara y prohíbe el movimiento de personas entre comunidades autónomas, desde las administraciones temen que el buen tiempo atraiga a visitantes de fuera de Galicia, procedentes de comunidades limítrofes y que cuenten con residencia en el municipio. Por ello tanto el jueves como el viernes se reforzaron los controles policiales para asegurar que se cumple con lo decretado.

Antesala de la Semana Santa

El esfuerzo por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por dar con posibles visitantes de otras comunidades autónomas a Sanxenxo contrasta con las propias previsiones del sector hostelero. Desde el Clúster de Empresarios Turísticos del municipio aseguraron a FARO que debido al cierre perimetral apenas cuentan con establecimientos abiertos para este puente, con tan solo un 10% de los hoteles operativos.

A falta del balance de la Guardia Civil conforme a las identificaciones y posibles sanciones por saltarse el cierre perimetral, en el sector aseguran que los que se acercaron a Sanxenxo tanto ayer como lo que resta de fin de semana se corresponde a gallegos de otras zonas de la comunidad con propiedad en la villa, así como visitantes de paso para acercarse al municipio en el mismo día.

Además, dado que las restricciones se alargarán hasta después de Semana Santa, desde el sector tampoco esperan mucho más movimiento. La oferta en hoteles crecerá de un 10 a un 30% para satisfacer la demanda de viajeros de la propia comunidad autónoma.