La comarca de Pontevedra respira con alivio después de un otoño y un invierno en los que las restricciones se han sucedido tanto como las borrascas. Desde el pasado mes de septiembre, la capital del Lérez y sus concellos limítrofes han encadenado distintas medidas anti-COVID-19, sin que el virus concediese tregua.

Así, según el mapa de incidencia acumulada a 14 días actualizado esta mañana por Sanidade, la comarca se sitúa por debajo o iguala los 250 casos. En concreto, en la Boa Vila se detectaron 185 nuevos contagiados en este período; 97 en Marín; 48 en Sanxenxo; y 40 en Poio. Muy por debajo de estas cifras se hallan el resto de los municipios: 29 en Vilaboa, 25 en Cerdedo-Cotobade; 24 en Ponte Caldelas; 18 en Cuntis; 17 en Caldas de Reis; 12 en Barro; y entre 1 y 9 en Moraña, Portas, Campo Lameiro y A Lama.

El Sergas notifica este lunes un total de 1.078 casos activos, 72 menos que ayer. Además, la presión hospitalaria vuelve a reducirse hasta los 81 (-7) pacientes: 17 (-4) están en la UCI y 63 (-3) en planta.

Los contagios repiten cifras entre las más bajas de los últimos meses con solo 29 nuevos diagnósticos en 24 horas. Todos salvo uno se detectaron entre las 676 PCR efectuadas. El total de estas pruebas asciende hoy a 160.872.

Desde el pasado marzo el coronavirus ha afectado a 12.128 personas en el área de Pontevedra y O Salnés, de las que 10.906 se recuperaron y otras 146 fallecieron. La última víctima mortal, una mujer de 91 años que ayer murió en Montecelo.