El COVID-19 ha roto su techo en el área sanitaria de Pontevedra y O Salnés. Era la única demarcación gallega que aún no había rebasado su máximo nivel de casos activos, y lo ha hecho en las últimas horas: 1.374 (+179) infectados. Casi 100 más que el registro más alto alcanzado el 14 de noviembre con 1.277.
El repunte de positivos ha sido demoledor, tanto que también ha batido otro récord: 214 contagios en 24 horas, una cifra jamás vista en el área pontevedresa. De ellos, 192 fueron confirmados entre las 1.192 PCR realizadas en el día de ayer, entre las que se encuentran las del cribado en O Vao, en Poio. Durante dos días se efectuaron tests a cerca de 450 personas de la parroquia de San Salvador. Este concello vive una situación alarmante, con más de 200 infectados, por lo que su alcalde ha solicitado a los vecinos su autoconfinamiento voluntario para frenar la expansión del coronavirus.
Presión hospitalaria en aumento
Los hospitales del área han visto incrementarse sus ingresos. En las últimas horas las hospitalizaciones han ascendido hasta las 88 (+12), si bien ninguna se ha producido en la UCI. Esta se mantiene estable con 14 casos graves.
Los enfermos en planta son hoy 74: 53 en los hospitales del CHOP, 12 en el QuirónSalud y 9 en el Hospital do Salnés.
Este alza preocupa a la gerencia del área así como a Sanidade, que ya manifestó el martes que se mantiene expectante ante la estable y elevada ocupación de camas de críticos. De hecho, ante las dificultades asistenciales que empezaba se empezaban a experimentar en los hospitales, se tomó la decisión de restringir las visitas a lo estrictamente imprescindible y posponer las operaciones no urgentes.
Con repunte de casos activos notificado esta mañana por el Sergas, el cómputo acumulado de infectados desde marzo en el área se eleva hasta los 8.528. De ellos, 7.064 (+33) han superado el virus y otros 94 han fallecido: los últimos, ayer en Montecelo, una mujer de 81 años y un hombre de 80 años, ambos con patologías previas. Las PCR efectuadas se sitúan en 128.359.
