Dos mil trabajadores de la comarca de O Salnés se asoman de nuevo a lo desconocido tras la decisión de la Xunta de Galicia de cerrar la hostelería en Vilagarcía, Vilanova, Cambados y O Grove durante al menos un mes como medida para frenar el avance del coronavirus.

El presidente de los hosteleros de O Grove, José Benavides, es muy pesimista. “Creo que dentro de seis o siete meses habrá muchos autónomos solicitando la Renta Mínima Vital”. “Nos echamos las manos a la cabeza cuando cierra una empresa constructora o una fábrica, pero no podemos olvidar que como esto se lleve por delante 30 o 40 negocios de hostelería, estaremos hablando de la pérdida de unos 200 empleos”.

Peso económico

El sector servicios y en concreto la hostelería tienen un enorme peso económico y social en O Salnés. En un reciente informe, el Consejo General de Economistas estimó que en O Salnés hay algo más de un millar de negocios de hostelería, entre restaurantes, cafeterías y bares. De estos, aproximadamente 600 se localizan en Vilagarcía, Vilanova, Cambados y O Grove, las cuatro localidades de O Salnés que se verán afectadas por el cierre hostelero. Desde el sábado a las 00.00 horas, únicamente podrán servir comidas a domicilio o para llevar.

Esto abocará a docenas de autónomos a acogerse a alguna de las ayudas previstas por el Estado, ya sea la del cese de actividad o la de la reducción de ingresos. En lo que respecta a los trabajadores, la mayoría volverán a estar en ERTE.

Ricardo Santamaría, presidente de la asociación de hostelería de Vilagarcía, Ahituvi, plantea que hay que hacer lo posible, “porque nadie quede atrás”. “Es el momento de portarse con la gente y de mirar por las personas. Si algo nos enseñó el Covid es que lo más importante es la gente. El dinero viene y va, hoy estás arriba y mañana abajo. Lo importante de verdad es la gente”.

En cualquier caso, ambos dirigentes hosteleros dan por hecho que se avecinan momentos muy difíciles para los cientos de personas que viven de la hostelería en O Salnés y que presumiblemente dejarán de trabajar desde el viernes.

Era esperado

Ricardo Santamaría reconoció que, “la gente está muy crispada”, pues si bien muchos ya daban por hecho que la Xunta iba a ordenar el cierre de la hostelería en Vilagarcía, no contaban con que fuese tan pronto. “Algunos pensábamos que podría suceder, pero a partir del 9 de noviembre. Esta noticia nos ha cogido a contrapié”, manifestó.

Algunos empresarios incluso tendrán ahora que buscar una salida precipitada a la mercancía que hayan podido comprar en las últimas horas, pensando que durante este fin de semana todavía podrían trabajar.

Santamaría recuerda que varios negocios de Vilagarcía ya llevan tiempo trabajando para adaptarse a la venta a domicilio o para recoger, de modo que no se espera que cierre la totalidad de la hostelería local.

En Vilagarcía hay unos 30 restaurantes, una quincena de negocios con licencia de cafetería y algo más de 200 café-bar. Se estima que entre todos dan trabajo a unas 700 personas. Y Ricardo Santamaría también se teme que, “va a haber mucha gente que lo pase mal”.

Se refiere sobre todo a trabajadores a jornada parcial o que hacen extras los fines de semana, y que en consecuencia van a ganar mucho menos con el ERTE.

El peso de las cafeterías, bares y restaurantes en Cambados y Vilanova también es significativo. En Cambados hay una veintena de restaurantes, cinco cafeterías y unos 80 cafés-bar. En Vilanova, por su parte, hay una quincena de restaurantes, media docena de cafeterías y medio centenar de cafés-bar. El sector tiene todavía más volumen en O Grove, con unos 70 restaurantes, una docena de cafeterías, y unos 90 establecimientos son bares.

Sin gente desde septiembre

Benavides se quejaba de que el cierre fuera desde las 15.00 horas de mañana. “Lo normal es que la prohibición empezase a medianoche o primera hora de la mañana”, tal y como sucedió posteriormente al decidirse que se iniciase a las 00.00 horas del sábado.

El representante de los hosteleros grovenses declara igualmente que el sector llega a este cierre en una situación de franca depresión. “Ya hay muchísimos negocios cerrados por falta de clientes. A las 6 de la tarde ya no ves a nadie por la calle”. También afirma que, “desde el 15 de septiembre solo se trabajó para cubrir gastos”.

Más de la mitad de los usuarios de la DomusVi están ya contagiados

La situación en la residencia DomusVi de Ribadumia sigue empeorando, y desde la Xunta de Galicia se notificó que en las últimas 24 horas se confirmaron 12 contagios más: nueve son trabajadores, y tres usuarios. De este modo, en la residencia DomusVi hay actualmente 91 positivos, de los cuales 68 son usuarios y 23 trabajadores. La cifra de positivos es elevadísima, tanto entre residentes (hay 138 plazas, lo que significa que han contraído el coronavirus más de la mitad de los mayores), como entre los trabajadores. Un mal dato pese a la intervención de la Xunta de Galicia. Consultada la Consellería de Política Social por las medidas adoptadas tras la intervención, indicaron que la supervisión del centro recae ahora en un técnico de esta Consellería, “con amplia experiencia en la gestión” en centros de estas características. Añaden que a raíz de la intervención, reforzaron el personal con ocho trabajadores más, “que llegarán a la docena en los próximos días”. Prosigue la Xunta de Galicia señalando que se ha llevado a cabo una “sectorización” de la residencia, “con el establecimiento de circuitos que evitan el contacto entre positivos y negativos”. También se hacen “cribados periódicos” entre toda la comunidad y se hacen rastreos. Mientras, en el asilo de la villa de Cambados hay ocho usuarios y ocho trabajadores positivos. Y en la Divina Pastora de Vilagarcía hay un trabajador positivo.